Por dónde empezar... ¿Tal vez por el hecho de que había sido un completo estúpido al quemar su cama? ¿O por el hecho de insistirle a su compañero a compartir su cama? Vamos, un buen descanso era la base de todo, aun así, abrir los ojos ver a Kim Namjoon a primera hora del día era, uh, era...
—¡Ugh! Tan cerca— Alejándose y tomando asiento en la cama estiró un pie y patió a la persona aun dormida.
Namjoon claro despertó, en el piso, gruñó:—Mierda, te dije que dejaras de hacerlo—
Habían pasado unos días, ya era domingo por la mañana y ellos se encontraban compartiendo cama, obviamente.
Seokjin no dijo nada, solo dejo la habitación para ser el primero en utilizar el cuarto de baño. Entonces sus pensamientos viajaron hacia un lugar nunca pensado, la imagen fue de repente, el adormilado rostro de Namjoon en sus pensamientos fue de repente.
Y no quiso admitirlo, pero Seokjin tenía, su compañero era del tipo de chico al que se le solía definir como alguien atractivo, uh, bien parecido como seguramente su madre lo describiría.
Correcto, ¿y aquello significaba...? Seokjin sonrió ladino pero sin humor en sus facciones —Nada— le dijo a su yo del espejo. Exacto, aquello no significaba nada, él claramente podría tener este tipo de pensamiento. Aunque este siendo la primera vez...
Terminó escupiendo con bastante fastidio, luego se enjuago la boca y echó una buena cantidad de agua hacia su rostro.
El golpeteo en la puerta de escucho, —¿Sigues con vida? No eres el único que necesita ir al baño— Namjoon le hizo saber. Seokjin abrió la puerta, su mirada no fue risueña. Namjoon copió la mirada fija —¿Qué?—
—No eres nada atractivo— e hizo su camino hacia la cocina.
—¿Eh?— Namjoon no estaba entendiendo al chico, pero no le dio mucha importancia, después de todo su vejiga necesita ser vaciada ahora mismo.
Seokjin no se molestó en hacer el desayuno para ambos, —Que frio— Exagero la expresión.
—¿Quiéres un abrazo?— A Namjoon solo le gustaba molestarlo aunque de alguna manera se sintiera un tanto raro/extraño con sus palabras dedicadas al chico.
—No, gracias, prefiero morir congelado— Una mirada y bebió de su caliente café recien preparado.
Ahora ambos se encontraban ocupando un lugar en la mesa del comedor. La tranquilidad se palpaba, estaban bien, todo estaba bien. Hasta que Namjoon comentó:—Creo de debes dormir en el piso—
Seokjin dejó de masticar —No lo creo—
—No estoy acostumbrado a compartir— Confesó Namjoon —Y roncas—
—¡Yo no ronco, tu lo haces!— Siguió masticando —Y Tendrash quhe aostumbraste—
—Primero traga y luego habla—
Seokjin tragó —Me entendiste de todas formas—
Si, Namjoon si lo hizo, y cuando estuvo por hablar de nuevo su celular vibró. Seokjin rió ladino al ya no escuchar el tono original del celular.
Namjoon ignoró aquello, —¿Qué quieres Jackson?—
—¿Alguien te tiro de la cama o qué? Haz algo con ese humor, amigo—
Recordando su caída de esta mañana, respondió:—Algún día, ¿ahora qué?, ¿necesitas ayuda con tu motocicleta, otra vez?—
—No es eso amigo, solo te estoy informando que habrá una gran fiesta en casa de Yoongi, al parecer sus padres están de viaje así que decidió aprovecharlo—
Namjoon quiso reírse, de hecho lo hizo —¿Y por qué querría ir a la casa de ese idiota?—
—¿Estás sordo o qué? Será la fiesta, ya sabes, ¡irán las chicas más lindas de la universidad y habrá alcohol gratis!— Jackson estaba un poco mucho entusiasmado.
Lamentablemente Namjoon pensó la posibilidad de ir a la casa del cretino, y bien, chicas y alcohol gratis. No podría perderse algo así. —¿A qué hora comienza?—
—A las doce de la noche, ¿ya sabes su dirección, verdad?—
La sonrisa que mostró el castaño no pasó desapercibida para Seokjin, digamos de Namjoon estaba recordando el día, no tan lejano, que lanzó por la noche una docena de huevos a la casa de Min Yoongi. Lo había disfrutado tanto, pero luego se enteró que Min si se encontraba en la casa y lo habia grabado, por lo cual Kim terminó siendo detenido por la policía.
—Ajá, bien, iré— Y colgó. Sus ojos nuevamente dieron con el chico pelinegro —No estaré por la noche— informó.
—Espera, voy a anotarlo— Se puso de pie y se detuvo —Cierto, no me importa—. Kim Seokjin estaba de un humor extraño, como si algo le molestara.
Pero como sea, Namjoon solo lo dejo estar, tal vez el chico se estuviera odiando a sí mismo por quemar tontamente su cama. Si, eso debe ser.
El tiempo transcurrió con calma, Seokjin se ocupó de algunos papeleos de la veterinaria. Mientras Namjoon termina algunos deberes de la universidad. Y había de decir que ambos de encontraban en la misma habitación, la que no estaba quemada, por un lado Seokjin se encontraba ocupando la cama y Namjoon su propio escritorio.
Todo estaba siendo muy silencioso, la concentración se podía palpar. Ellos eran dedicados al estudio y a sus trabajos así que era entendible. Y cuando Namjoon necesitaba algo de ayuda, de mala gana Seokjin iba a ayudarlo, pues él era bastante bueno en matemáticas.
—La fórmula es incorrecto para este ejercicio, intenta con esta—
Namjoon asintió, —Gracias—
—Ajá—
Horas después ya ninguno de los dos se encontraba resolviendo cálculos o algo por el estilo, si no que ya con los deberes terminados decidieron por descansar un poco. Había sido un campo de guerra al momento de tomar el control remoto de la televisión. Namjoon ganó esta batalla infantil.
—Si sabes que Iron Man muere, ¿cierto?— Seokjin dijo, sin maldad alguna claro.
Namjoon frunció los labios y solo asintió.
—También muere Natasha, ¿también lo sabías, no?— Claro este se dio cuenta que estaba siendo un boca floja ahora.
—Eres-
Un sonido, —Shhh— Seokjin lo acalló pues tenía que responder los mensajes de su amiga.
Sammy:—Seokjin, el mejor amigo del mundo—
De inmediato este frunció el ceño —¿Qué es lo que quieres?— escribió y envió.
Sammy:—Solo te hago saber que eres el mejor, no es que quiera algo—
—¿Qué es?— Seokjin envió.
Sammy:—Jajajajaja me descubriste :D—
Sammy:—Ven conmigo a una fiesta, por favor, por favor
Sammy:—POR FAVOR!!!!! :(—
Y cuando Seokjin estaba por escribir un gran No, otro mensaje le hizo parar.
Sammy:—Si voy sola podría pasarme algo D:—
Ugh, si, era lo más seguro... suspirando y yendo en contra de su voluntad, él respondió:—Está bien, iremos pero solo por dos horas y nada de alcohol—
Sammy:—¡Yes! ¡Lo ves, si eres el mejor!—
Entonces ellos terminaron arreglando el horario.
Perfecto, era lo que menos quería ahora Seokjin pero el simplemente no era un patán de amigo, claramente no dejaría ir a su amiga sola a un lugar donde seguramente el alcohol pasaba de mano en mano y quién sabe qué más.
...
El oscuro cielo y las relucientes estrellas eran claramente visibles, estaba siendo hora para partir. Y como había dicho Namjoon, él no estaría por la noche, por lo cual Seokjin solo lo vio irse, y oh claro, se olvidó decirle que tampoco estaría por dos horas en el departamento... uhm, bien, como sea.
A penas eran las once y media de la noche cuando Namjoon dejó el departamento, minutos después Seokjin recibió un mensaje de su amiga, informándole que ya estaba lista y que la fuera a buscar.
Kim se puso en marcha, se dio una última mirada a sí mismo y bien, estaba listo, el lucia bastante bien a decir verdad, nada que ver con el Kim Seokjin que se ve caminando por los pasillos de la universidad. Él lucía mucho más deseable, si, esa era la palabra.
... Cuando el taxi donde se encontraba Seokjin se detuvo frente a la casa de su amiga él le dijo al conductor —Iré a buscar a mi amiga—. Dejó el taxi y caminó hacia la puerta principal, tocó el timbre.
La puerta con rapidez se abrió pero lo que se encontró no era lo imaginado, pues su amiga estaba siendo invadido por dos niñas de al parecer 4 años.
—No podre ir— Lloriqueó Sammy —Me asignaron como niñera a último momento, siguió lloriqueando. —Tengo tanta mala suerte—
Kim solo se sintió cansado, había hecho un viaje de media hora para nada.
—Pero tú podrás ir amigo, toma— Sammy le entregó una carta con estampados de conejitos. —Él estará en la fiesta, ¿se lo podrías entregar por mi? Por favor— Le rogó, hasta junto sus manos en súplica.
—¿Por qué no se la entregas mañana tu misma?— Seokjin tenía un buen punto, pero al parecer su amiga también.
—Tiene que ser hoy, no quiero esperar otro día por su respuesta, por favorrr— Otra súplica, y otra... y-
—Está bien, iré— Seokjin se resignó, pues muy bien sabía él que su amiga iba a molestarlo hasta que aceptase. —¿Y a quién se supone que deba entregar esta carta?—
—Al chico más lindo y caliente de la escuela— Dijo ella con brillo en los ojos.
Seokjin solo parpadeó —¿A quién?— Porque él no estaba enterado de nada de eso, aunque estuvo tan malditamente mal que la imagen de su compañero se cruzara por su cabeza. ¡Ugh!
—¡Queremos galletas! ¡Tengo hambre! ¡Ahhh!— Esas fueron las niñas de 4 años.
Con prisa Sammy le dijo —Su nombre está en la carta, suerte amigo. ¡Te adoro!— y ella se ocupo de las pequeñas y claro, cerró de un portazo la puerta.
Genial.
—Park Jimin..— Leyó Seokjin al reverso de la carta. —¿Quién es?— Rascó su nuca mientras se dirigía de vuelta hacia el taxi.
...
Las doce se hicieron, y al parecer todo mundo ya estaba enloqueciendo, de la buena manera, es decir, Namjoon dio con personas bailando por la música a todo volumen que provenía de la casa. Las botellas de alcohol se encontraban por todas partes, pero se vieron más al ingresar a la dichosa casa.
Correcto, todo estaba siendo un caos, otra vez, en el buen sentido.
—¡A esto le llamo un gran reventón!— Jackson gritó aquello a todo pulmón, y los que se encontraban cerca gritaron con él. —Busquemos algo de cerveza—
Ambos chicos atravesaron la multitud y dieron con lo que buscaban, cervezas gratis.
—¡Hey, Namjoon, my friend!—
—¡Matthew! Pensé que no vendrías— Jackson lo saludo primero.
—Cambio de planes, solo mira este lugar, todas esas chicas— Le dio un largo trago a la botella.
Namjoon solo sonrió ladino, ¿cuánto tiempo había pasado desde que estuvo en un ambiente como este? No mucho, pero lo parecía. Él claramente iba a disfrutarlo y mucho más sabiendo que estaba aprovechándose de idiota de Min. Pues claramente el no era invitado. Pero mientras no lo viera.
La música se puso mucho más ruidosa, los cantos igualmente y el alcohol seguía llegando. Todo estaba más que bien.
Cuerpos calientes, ambiente caluroso y sentido de la razón fuera.
Vaya, Seokjin se esperaba algo como esto, después de todo él no era de clase de persona que no iba a divertirse de vez en cuando. Él estaba habituado con el ambiente. Pero ahora la diferencia era que él relamente no había querido asistir, no estaba en sus planes. Aun así se hizo paso entre la multitud de cuerpos moviéndose de un lugar a otro al son de la música en busca de algo para beber.
Y claro, solo encontró todo tipo de bebidas alcohólicas. Duh, se dijo a sí mismo —¿Qué esperabas Seokjin?— Claramente no fue escuchado. Solo bebió algo de cerveza.
Ya sin resequedad en su garganta, Seokjin le preguntó a la primera persona que vio —¿Park Jimin, dónde está él?—
—No lo se, pero puedo ser yo en su lugar— El chico fue algo asqueroso al decir aquello. —Hay habitaciones en el segundo piso—
Seokjin decidió tomar otro camino, dio con algunas personas riendo y jugando a quien sabe que en los sillones. Una chica se le acercó, ella fue seductora, enredando sus brazos alrededor se su cuello, susurrándole:—No estás para nada mal—
Seokjin quería, claro, era un chico sexualmente activo, aunque ultimamente estaba ocupado para ello. —Buscó a Park Jimin, dime donde esta y volveré contigo en menos de un minuto— No estaba hablando por hablar, él iba a hacer lo que dijo.
Dar con Park Jimin, entregarle la carta y listo. Eso era todo.
—Bien, lo vi en la piscina de al fondo— Ella le dejó una no tan notable marca de su labial cerca de su oído derecho.
Al parecer la noche no iba a ser tan mala como pensó, —Espérame—
Seokjin se adentro mucho más en la casa, llegando donde la dicha piscina se encontraba y adivinen qué, este lugar también se encontraba repleto de personas.
—¿Seokjin?— Jackson dio con el chico.
—Hey, tú— Tomó la botella de cerveza que le estaba siendo ofrecida. —Gracias— miró a su alrededor, buscando a alguien que se viera como un Park Jimin. Tonto.
—¿Buscas a alguien?—
—Si, ¿conoces a Park Jimin? lo estoy buscando a él—
—¿Jimin? Uhm, te recomiendo no acercarte a él, ya sabes, por tu bien— Le advirtió.
Seokjin no le dio importancia —¿Sabes dónde está?—
—Si, ¿puedo preguntar porque lo estás buscándolo?—
—Solo quiero hablar con él— Seokjin se estaba cansado —Solo dime donde esta, ¿si? te lo agradecería mucho—
Jackson solo asintió y señaló a un chico rubio en el balcón arriba suyo —Ahí está—
Seokjin vio al único chico tomando una cerveza en el balcón, bien, iría ahí ahora mismo —Gracias— y de nuevo se hizo camino entre la multitud.
Jackson lo vio irse, solo esperaba que no se metiera en problemas. fue en este momento que Namjoon volvió, —Acabo de ver a tu novio, buscaba a Park—
—Jodete— Namjoon le dio un sorbo a la fría lata de cerveza —¿Qué?— Se percató de las palabras escuchadas.
—Seokjin, tu chico fue en busca de Park Jimin— apuntó nuevamente —Allá arriba—
Namjoon le entregó la lata de cerveza a su amigo y fue tras su tonto compañero de piso. ¿Acaso él chico era un completo idiota?
Kim Seokjin llegó hacia donde estaba el chico Park, al fin dio con él. Camino despacio hacia él y cuando la distancia fue corta le hablo —Uhm, quiero entregarte esto— dejó ver la carta con estampados de conejitos. —¿Eres Park Jimin, cierto?—
El chico rubio lo miró con un tanto de desconfianza —¿Qué es eso?—
—Lo que puedes ver, una carta. Solo tómala— Seokjin ahora se encontraba un tanto apresurado, pues una caliente chica lo estaba esperando.
—¿Te estas declarándote por medio de una carta? Es un poco anticuado, pero...—
—No, yo n-
Namjoon tomó el antebrazo izquierdo de Seokjin —¿Qué estás haciendo tú aquí?—
—¿Eh?— Seokjin se soltó.
—¿Estás tratando de engañar a tu novio conmigo?— El chico Park sacó sus propias conclusiones. —Eso está mal—
—Lo está— Alguien se sumó a los malos entendidos —Tú, no eres invitado— esta persona apuntó hacia Namjoon.
Lo que faltaba, que el dueño de la casa descubriera a Namjoon —Solo vine por él— Volvió a tomar del antebrazo de Seokjin, este lo miró mal.
Y nuevamente Seokjin se soltó, a él poco le importaba el enfrentamiento que había entre ellos dos, él solo quería entregar la bendita carta al chico rubio. Y lo hizo, pero se llevó un gran y doloroso golpe en el pecho. ¡Que diablos!
Entonces todo se volvió un caos y esta vez en el mal sentido.