"Querido Luhan,
si la belleza fuera delito
te habrían dado cadena
perpetua.
Pdta: Mi omma horneó unas galletas
con chispas de chocolate y
pensé que te gustarían.
Atte: XM"
El ciervo abrió la pequeña funda de papel y el olor chocó contra su olfato, aquel aroma realmente era delicioso, le encantaba, el olor se adueñaba de su olfato.— Están recién horneadas...— murmuró para sí mismo.— él sonrío como ya era costumbre, sacó una galleta, mordió un tanto y comprobó el hecho de que aquellas galletas sabían mejor de lo que olían, el sabor era suave y Luhan juraría que así probara miles de aquellas galletas no se empalagaría.— Tu madre es grandiosa, gracias por esto, XM, yo... realmente necesitaba un descanso de este largo día.— él cerró su casillero y se sentó en el suelo con los ojos cerrados respirando tranquilamente como si quisiera desconectarse del mundo.
Minseok suspiró e hizo lo mismo desde el otro lado de la pared como si hubiera visto lo que el más alto estaba haciendo.—También he tenido un día agotador, Lu.— dijo para sí mismo guardando silencio para relajar su mente y desconectarse junto a Luhan del mundo.