CAPÍTULO III-1

2014 Words

CAPÍTULO III Ana gran multitud se congregaba en las afueras del Palacio, pero cuando Xenia saludó con la mano, se dio cuenta de que, cuando mucho, sólo una de cada tres personas respondía a su saludo. El resto, hombres en su mayoría, permanecía de pie con los brazos cruzados y una torva expresión en el rostro. Hubiera querido preguntar al Rey qué sucedía, pero comprendió que no hubiera logrado hacer escuchar su voz y, un momento después, habían cruzado las verjas de puntas doradas, guardadas por soldados. Le pareció que había un número exagerado de ellos en las puertas y en el patio y en la larga escalinata que conducía a la puerta del frente. Se veían muy elegantes con sus chaquetas rojas y pantalones azul oscuro, y los oficiales impresionantes con sus charreteras doradas en los homb

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