Capítulo 34 Abrí los ojos soltando un bostezo, me levanté de la cama viendo la hermosa mañana que se apreciaba a través de la ventana en mi habitación, me quedé embelesada contemplando hasta que alguien entró atrayendo mi atención, giré el rostro notando que se trataba de Max, sonreí feliz porque en realidad verlo me cambiaba el ánimo por completo, podía ser un día gris y horrible que únicamente necesitaba tenerlo cerca para que todo cambiara completamente. —Buenos días a esa hermosa princesa —manifestó acercándose y amplié más la sonrisa. —Buenos días —contesté de buen ánimo, se puso de pie frente a mí acariciándome la mejilla para luego sentarse en la cama. —Cómo amaneciste, todo en orden —quiso saber y asentí. A pesar de que seguía intrigada por la manera extraña que se comportó m