EMILY Al día siguiente me desperté temprano la verdad es que casi no había tomado mucho y Johanna tampoco ya que George había tomando por los dos, así que nos fuimos solas a desayunar mientras el se curaba de su resaca y descansaba un poco más para que el dolor de cabeza se le quitara. - Diviértanse chicas, yo las esperare aquí – dijo George medio dormido. - Esta bien amor, descansa – le dijo Johanna y le dio un pequeño beso en su frente. Nos fuimos en su auto, ya que después de ahí, me llevaría a la casa donde estaban todos los chicos que seguramente en este momento aún seguirían dormidos y si no se encontraban ahí, entonces estarían con alguna chica en algún hotel, como era su costumbre, en esa casa que compartían estaba prohibido que nadie llevara a ninguna persona extraña, por