EMILY
A veces aún seguía pensando en las palabras de aquella mujer, pero por mucho que le diera vueltas si era verdad lo que ella me decía, pues entonces ¿Por qué rayos no se presentó a nuestra cita?, Edward parecía seguir igual, aunque en realidad había un ligero cambio en él, creía que no lo notaba, sin embargo, lo percibía. Parecía querer decirme algo, pero a la hora de la hora cambiaba el tema o simplemente se quedaba callado. Aunque debo admitir que de vez en cuando, muy de vez en cuando pensaba en aquel hombre misterioso, en fin, como sea, jamás lo volveré a ver. Esa tarde saliendo de clases, divise a Edward, me estaba esperando a un lado de mi auto, así que me despedí de Johanna y fui a su lado.
—Hola, supuse que te irías a tu trabajo saliendo de clases, ¿me mandaste algún mensaje
