Alexa se despertó con un humor volátil. Se encontraba desnuda entre las sábanas y, lo peor, estaba sola. Sin embargo, podía escuchar el agua correr desde el baño; Henry seguramente se estaba dando una ducha. Arrugó la nariz cuando los recuerdos del día anterior llegaron de golpe a su mente.
Por todos los diablos y sus jodidos demonios, había tenido relaciones sexuales con Henry por toda la casa como si fueran un par de conejos, sin siquiera pensar en protección. ¡Maldición! ¿En qué demonios había estado pensando el día anterior? Se había dejado llevar completamente por la lujuria después de meses sin sexo. Esto tenía que ser una pesadilla... aunque, en cierta forma, una muy buena.
Alexa se llevó las manos a la cara, intentando borrar los recuerdos de lo que había pasado. No podía creer q
