El impacto de la bofetada que recibió Michele resonó dentro del probador, el aire parecía denso, cargado de la ira de ella. La mejilla de Michele enrojeció casi de inmediato y su rostro se ladeó un poco.
Los labios de Kath se apretaron, y su ceño se frunció, la respiración de Kath se aceleró notoriamente al igual que la de él, mientras un silencio repentino abrazó el lugar en dónde se encontraban.
Michele tardó unos segundos en volver su rostro al de Katherine.
«¿Acaso se atrevió a golpearme?» se preguntó mentalmente incapaz de creer lo que esa joven le había hecho, nadie jamás se había atrevido a golpearlo, y quienes lo habían hecho no vivían para contarlo.
Michele entreabrió los labios y con un gesto amenazador volvió su rostro al de ella.
Michele peinó su cabello con sus dedos y su
