No estaba segura de si Derek había escuchado algo indebido, pero tenía miedo de preguntarle directamente, así que simplemente se quedó mirándolo para saber si él tenía algo para decirle, y esperaba que ese no fuese el caso. Al verla mirándolo tan fijamente también, Derek sonrió por un momento, pero luego, al ver sus nervios, alzó una ceja. —¿Qué pasa, nena? ¿Te sientes mal? —N-no, no pasa nada… —Limpió sus lágrimas y por fin se soltó de la mano de Angela y se alejó un par de pasos. Derek la miró con ahora ambas cejas en alto y tomó su muñeca, alejándola a un rincón de la habitación. —Si te sientes mal o algo así, me lo puedes decir, nena. Sabes que estoy aquí para ayudarte, incluso aunque no me soportes. —Se notaba claramente su sonrisa incluso por debajo de su máscara, su sonris