Tras una inmensa copa de helado para cada uno, y charlas mundanas, terminan descubriendo el nombre de cada una, la chica guapa era Tina y el chico odioso era Marlon. Ambos eran hermanos, por cierto, vivían a las afueras del pueblo y trabajaban de camareros en el único restaurante que había en toda la locación, eran agradables, pero no lo suficiente como para encantarme tanto como a Rhys, Jack o como sea, a quien tenían embelesado con sus estúpidas historias. Las cosas parecían ir marchando completamente bien, no obstante, como era de esperarse de un causa problemas como Jack, en un momento de la conversación el chico se quedó en silencio, mientras yo parloteaba con ellas sobre chistes y películas, ellos se reían un poco forzados. Marlon me miraba con cierto deseo, al menos algo a mi f