—Mucho gustó— Sonreí como me lo había indicado Consuelo, la mujer con alta elegancia me devolvió la sonrisa, aquella parecía tomada de una revista de alta costura, al ver sus ojos podía observar la falta de preocupaciones económicas, para solo encontrar problemas débiles y buena energía, no debía juzgarla, pero... era todo lo que quería ser en la vida, y no lo mencionaba por su fortuna o buena vida, sino por aquella calidez que la acariciaba volviéndola casi una ideología ante mí.
—El gusto es mío cariño— Su voz era dulce, en segundo podría jurar que la señora Relish era la más amable de todo el lugar, las diferencias no existían en su educación, o simplemente era respetuosa.
Perdida miré como se acomodaba el cuello de su prenda, la cual era de alto prestigio con aquella marca graba
