Caracas- Venezuela En la urbanización la Candelaria, a dos cuadras del parque Central, una pequeña casa de estructura colonial albergaba a la familia Rodríguez. María Teresa la madre de Alba desempolvaba una vieja caja de zapatos en la cual guardaba antiguos recuerdos del pasado, dolorosos al recordar al hombre que juró que volvería y se casaría con ella, varias lágrimas empezaron a correr por sus mejillas. En esa caja conservaba fotos de él, el hombre un caballero de gran estatura, piel trigueña, impresionantes ojos celestes, cabello castaño, su hija era una viva copia de él. —Alejandro... ¿por qué me abandonaste?, yo te amaba —farfulló la mujer abrazada a la foto del hombre que se burló de ella y la dejó embarazada—. Mi madre tenía razón, tú tan solo eras un niño rico, que cuando cons