– Maestro – me río porque me ha dado un susto de muerte… mi corazón martillea con fuerza sobre mi pecho. Estoy boca arriba, ahogada de risa. – Cuántas veces voy a … – Lose… Lose – me levanto del suelo el individuo se arrastra seguramente no sabe quién es. Me ve sin palabras a mi y después a Jabel. – Tan insolente como siempre querida… no deberías matar a tu aliados. – Intentaba asesinarme… el único que me provoca eres tu y lo sabes – coqueteo descaradamente con el. Me lamo los labios sin soltar la mirada, empiezo a rodearle y el sigue mis pasos en círculos. – Oero yo no voy a tocarte querida… No eres mi tipo y mis generales no me atraen – se ríe de mí y me sigue los pasos. – Vaya gracias – me hago la ofendida. – No me provoques. – Yo… Como crees. No es eso lo que quiero provoca