Consecuencias

1623 Words
Dos meses después ( Noviembre 2000) Capítulo 4 Consecuencias Despertó bruscamente en mis brazos … curvando su columna … no me acostumbraba a verla volver en sí, sentía que se rompería la espalda, siempre le hacía falta el aire, cada pesadilla la regresaba aquel lugar, reviviendo cada atrocidad… no estaba aquí en el presente, pero tan poco estaba en el pasado… se encontraba perdida en un mundo donde la realidad no le pertenecía … estar confundida con el pasado y el presente cada vez que abría los ojos se daba cuenta que solo era otra pesadilla, salía de ella con mucha dificultad entre jadeos y algo que parecía nunca acabar, porque su cuerpo sufría sacudidas muy fuertes… yo estaba dormido, pero soñaba con su mente, no descansaba aunque no era problema para mi, estaba acostumbrado a cosas mucho peores, solo deseaba una y otra vez que ella dejara de torturarse, era la primera vez que le veía así pero era abrumador sentirlo, ella sentía que no me merecía amarle como le amaba, que no merecía amor. El sol salió entre los árboles alcanzando una zona entre las nubes donde podía estirarse para tocarlo, con mucho cuidado lo hizo, estiró su mano para tocar la luz… su cuerpo lo pedía… era gratificante sentir la luz de su piel, suspire cuando ella sintió gratificación al calor del sol… pero había un extraño picor… que después se convirtió en ardor y retiró la mano bruscamente ante la sensación de que la piel podría encenderse en llamas… estaba despierto pero no abrí los ojos, le parecía tranquilo a su lado, pero yo me sentía fuera de lugar… confundido, como ella, buscó hacia ambos lados intentando desesperadamente encontrar algo, una solución…no se que la perturbaba, no entendi la imagen que se alzó en su mente y después se fue. Abrí los ojos, su mano acariciaba mi cabello apartándolo de mi frente. – Hola – salude y ella desvió la mirada, apartando su mano y cubriéndose con la sábana – Necesito ropa. – Tus hermanos no tardaran en llegar… déjame revisarte. Se sentía extraño que fuera yo el que la cuidara… de hecho no quería que lo hiciera pero no podía ponerme en ese plan ogro para hacerla entender, ella lo noto, claro. sus hermanos venían. No le preocupaba el hecho de que estuviera frente a mi sin ropa…le preocupaba verlos a ellos ¿Como lo verían? Ese no era mi problema, sus hermanos venían hacia aquí. ¿Cómo iba a enfrentarlos?… se revolvió en su lugar, deseando escapar, no podía verles a la cara. No después de todo dolor que ella creía haber causado, pero su subconscientes era egoísta y le decía que todo estaba bien… “No podía estar bien”… “No, no claro que no estaba bien”… la desesperación se la comía por dentro, el miedo y la culpa. – Hey… hey tranquila. El sollozo brotó de su pecho… estaba atorado desde el principio… y de repente la derrumbaba en un precipicio, el sol se alejó de sus ojos, los recuerdos eran confusos golpeando su mente, alejándose de mi presente y su pasado confundiendo todo…. Cuando pasaba la oleada de imágenes lograba separarlos cada uno aun que no entendiera nada. Verla caer sobre su cabeza, inclinándose hacia el suelo y me aterro. Se sentía muerta por dentro y lo estaba, ¿Porque estaba viva?…¿Porque seguía aquí?… grito contra el suelo me arrojándose al lithium… yo estaba aquí a pesar de que no sintiera que me mereciera… estaba aquí y eso empeoraba su situación, sentío mi rose sobre su espalda y podía sentir mi desesperación, porque intentaba ayudarla… ya no deseaba hablar, no deseaba sentir… lloro, lloro y no podía parar, las lágrimas brotaban por su rostro como un río. – Yanis – escuche la voz, la de Keila, maldije internamente, provenía del otro extremo de nuestro campamento y ahí estaba ella, en cuanto alzó la vista… Ella se paró en seco. Aterrorizada… no se que veía en su hermana, pero era algo que claramente la asustaba y me imagino que era su aspecto… estaba desnuda envuelta en una sábana que aun que claro no se traslucía nada, dejó caer la maleta y se acercó veloz, pero antes de que la tocara me interpuse en su camino. – ¡Espera!… ¡No debes ser brusca con ella!… Féjame… – ¡Como te atreves a alejarme de ella! –vMe rugió furiosa Keila apartándome con brusquedad… pero note un tono falso en su voz y eso lo guarde para analizarlo más adelante… verla de nuevo era como si no la conociera… había algo extraño en ella… otra vez esa sensación de dejavu… algo irreal.. pero no sabía procesar que – ¡Me has traicionado… al haber hecho esto! En eso Mitkel aparece justo detrás de ella, y su rostro que por un segundo parecía estresado, se relaja de un suspiro al ver a Yanis y después a mi. Me prepare para una pelea. La cual no llegó. – Hijo de puta –Yanis no entiende porque estaban molestos conmigo – ¡Jamás!... ¡Jamás te vuelvas a acercar a ella! – Me gruñe echándome una mirada envenenada.. En Cuanto ella se acercó a Yanis e intentó tocarla, no pudo soportarlo, no quería lastimarla, sobretodo no quería su tacto… no la quería cerca de si,… la tomo por los hombros y se paralizó… ella la abrazo preocupada … cuando debería alejarse por el bien sí misma, aunque estaba confusa, aún el recuerdo más vivido le atravesaba una y otra vez… Yanis hiriendola de muerte, en esa cicatriz que tiene en su hombro, una cicatriz que fue hecha por su mano… se revuelve en su abrazo… empieza a empujarla, ella no la suelta. Y lo peor de todo es que recuerda como la manipuló y ese recuerdo supera todo lo demás. –Nnn,no…nn,no – tartamudea. Intenta aclararse y cuando lo logra, la empuja hasta que queda a unos centímetros de ella… – ¡No me toques! – le grita ahogándose con sus palabras. Cargas de ira e impotencia. – Yanis… soy yo…– intenta tocarla pero retrocede cubriéndose su cuerpo desnudo. – ¡Que no me toques! ¡Maldita, no me toques! ¡No me toques! – su voz, resonó a nuestro alrededor, furiosa y asustada, su cuerpo no sabía cómo expresarse, acerca una maleta manteniendo la distancia con nuevas lágrimas, me ve ami y después a su hermana, y en ellos vi palabras de odio ocultas, bien. Creí que se alegrarían por tenerla a salvo, no me esperaba esto. Parecen más preocupados por qué desaparecimos que por su estado de salud. Yanis se pone de pie apoyándose con una mano y con la otra sin soltar la sabana. En cuanto da un paso hacia adelante cae de rodillas y me aproximo a su lado, escuchó el gruñido de Mitkel. ¿En serio?, no puede dejar de ser un c*****o imbécil, ni ahora. La tomó entre mis brazos a pesar de sus débiles intentos de apartarle. – Hey. Basta – la reprendo en un susurro al oído. Mitkel rechina los dientes y esperamos el vehículo de rescate que pedí con ayuda de sus amigos del FBI. La historia falsa es que rescatamos a Yanis de la trata de blancas y este fue el punto de extracción. Para cuando llega el helicóptero de rescate no puedo creer quien es puto piloto, José el amigo, de paramédicos uniformados de rojo son Karen Novak y Justin Novak, Karla se baja como auxiliar y sacan la camilla, Yanis no es consciente de su presencia y en cuanto se acercan la acuesto, donde se dedican a atar los arneses. – Por favor no la toquen – suplico. – Está bien cariño... Todo va a estar bien. José apaga la radio – Karen usa un manos libre, el hace una señal de aprobación. – Te ves muerto – dice Karla tomando la camilla de los pies de Yanis y yo tomo el otro extremo, pero Yanis empieza a gimotear, buscándome. – Israel junto a ella – grita Justin a pesar de que la escucho por encima del ruido de las hélices. Alzamos a Yanis mientras sostengo su mano, la cubren en una manta y me subo con Keila y Mitkel de tras. – ¿Cómo? – preguntan al unísono mientras despegamos. – Con ayuda de Charly, estuvimos al pendiente de que te comunicaras – me explica Karla sentada en el asiento de paramédicos, atándose los arneses – En cuanto interceptamos tu segunda llamada aquí nos tienes. Ella nos importa. José perdió la voz cuando nos curaron, la pelea duró más de tres horas después de que te fueras – concluye como si nada. Mitkel intenta acercarse pero comprende más rápido su reacción hacia Keila… así que suspira y mirándome con toda la hostilidad que es posible. No me aparto de su lado, ignoro todas las miradas asesinas y me concentro solo en ella. “Diciembre 2000” Yanis Que difícil es abrir los ojos a la realidad… es verla cuando todo el tiempo ellos intentaron decírmelo, ver la verdad es más difícil porque es cuando la tienes enfrente nada es igual, el tiempo, la vida confusa y mi mente está atravesando por una batalla donde nada tiene sentido, cada recuerdo. Mis memorias son inverosímiles, no estoy aquí, pero tan poco estoy aya. Lo que están apunto de ver, sentir y hacer son series de sucesos que pasaron antes de conocer la verdad, realidad de mi existencia, de la causa porque mis hermanos me salvaron, a partir de ahora nada de lo que descubran tiene sentido. Hasta que cada pieza encaje en su lugar. Pronto. Muy pronto. La verdad será descubierta.
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