Ares se mantenía observando su celular sin poder creer que Artemisa le había colgado así sin más. El gemelo negó con su cabeza y sonrió sin mostrar sus dientes ante lo que había pasado en la llamada que tuvo con la castaña; Ares tenía muy en claro lo que quería lograr durante la estadía de la castaña en el lugar, por lo que se limitó por encogerse de hombros. — Oh pequeña Artemisa, vas a estar rogando por mi atención de aquí a que acabe el año — Murmuró al mismo tiempo que observaba su vaso de vidrio en sus manos — Eso te lo puedo asegurar. Mientras el gemelo pensaba en lo que iba a hacer para poder estar en la vida de ella tanto como su jefe, como su "amigo", la puerta de entrada se abrió de par en par dejando mostrar a un Apolo cansado y fatigado por todo lo que había pasado en el