Apolo se encontraba observando por afuera de la ventana todos los coches, caballos y camionetas que se encontraban patrullando la zona. El susodicho frunció el ceño al notar que algo raro estaba pasando en la zona del centro de la ciudad, por lo que agarró su celular para poder contactarse con su hermano y saber con mucha más precisión lo que estaba pasando.
— ¿Ya pensaste en tu respuesta para el tema de Artemisa o me estás haciendo perder mi valioso tiempo? — Ares contestó mientras se estaba haciendo una bebida en el bar con el que contaban en su casa.
— No me digas que estás tomando Ares — Musitó al escuchar el sonido de la música y de los artefactos que estaba ocupando — Tú bien sabes que nuestro padre nos dijo que…
— Nuestro padre no está, así que no debes de preocuparte
