Alicia tuvo especial cuidado en vendar la mano de Elena mientras Cristián observaba, la señora Melissa se abanicaba y Jessica resoplaba por tener que cargar los instrumentos de limpieza y los bocadillos nocturnos que no llenaban el estómago de la señora Anderson.
– ¡Cómo has sido tan descuidada! – se quejó la señora Melissa.
Cristián volteó a ver a su madre indicándole con la mirada que no debía insistir, un error cualquiera lo cometía, especialmente por el calor del momento en el que se encontraban, pero su mensaje no fue recibido y Melissa continúo quejándose.
Alicia levantó la mirada al terminar – está listo, mi lady.
– Lo dejaste muy justo, no podrá mover la muñeca – reclamó Jessica y se agachó para corregir el vendaje, pero Elena subió la mano.
En su opinión, había demasiadas per
