Ignore por completo el grupo que recién había creado Tobias, y lo silencié. Entonces me puse a pensar que no le comenté nada a Frederick sobre su maldito beso que era molesto en mi cabeza y necesitaba arreglar este mal entendido antes que empeorara. El profesor Paul entró al salón con un aura tan negativa que se sintió apenas entró. Tenía una cara larga y una expresión de pocos amigos. > Pero tan pronto se sentó en el escritorio comenzó con el sermón. –¡Bien! No quiero ver teléfonos afuera, ni auriculares, ni nada más que no sea una hoja con el respectivo lápiz y goma de borrar. –Le dió una fuerte palmada al escritorio.– Haremos un examen para ver qué tanto han investigado en cuanto a la teoría que les había dado la última clase. > –Es un examen sorpresa ¡para que sepan qu