Carolina, nerviosa por estar sentada sobre la gran cama de Eithan, sentía que sus manos le empezaron a sudar ¿Cuánto tiempo sin estar frente a un hombre? Sí es que el único que conoció su cuerpo fue Alejandro, y le amó hasta el último centímetro de este. Eithan, también estaba nervioso, por sus brazos pasaron infinidad de mujeres, incluida Layla, pero ninguna llegó a ocupar un lugar importante en su corazón. Nervioso, se acercó a su armario, y entre los cajones comenzó a buscar que prestarle a Carolina para que pudiera dormir. —A ver ... a ver, tengo pijamas de hombre, pero quedarías nadando en ellas Carolina lo miró sonriente. —Creo que con una camiseta estaría bien Eithan saco una camiseta blanca de uno de sus cajones, estiró su mano y ella se la recibió —Gracias, ¿En dónde m