BAÑO EQUIVOCADO

1421 Words
TERCERA PERSONA —¡Vamos, hombre, lleva 30 minutos mirándote! ¡Ve y acércate a ella!— Dijo Cam, golpeando el brazo de Ashton. Ashton levantó la vista de su vaso de bourbon, siguiendo la mirada de su amigo. Sin duda era guapa, pero no era rival para él. Ignorando las miradas seductoras que ella le dirigía, mordiéndose los labios. Desvió sus ojos encapuchados hacia el camarero, pidiendo otro vaso de su whisky favorito. —¡Oh vamos hombre! ¡Está buenísima! ¿Por qué no...? —¡Para ya Cam! ¡Sabes que él nunca se acerca a una chica primero! Mason dice uniéndose a la conversación, colocando su brazo sobre el hombro de Cam con una pequeña sonrisa en los labios. Cam suspiró derrotado, rodando los ojos a su amigo para pedir un vaso para él también. —Me pregunto por qué todas las chicas tienen que ir solo detrás de él, ¡quiero decir que hay otros caballeros guapos como yo disponibles también! Dijo fulminando con la mirada a Ashton mientras Mason rompía a reír mirando la cara de derrota de su amigo. —Sé un hombre si quieres atraer a una chica, estos lloriqueos no te llevarán a ninguna parte, — Ashton habló engullendo el líquido que le quemaba la garganta de un trago, dispuesto a marcharse. En cuanto se dio la vuelta, su cuerpo chocó con el de otra persona y la vio caer hacia atrás por el impacto. Sus manos se adelantaron automáticamente para sostener a la persona y la agarró por la pequeña cintura. Mirando hacia abajo, vio a la misma chica que le había mirado unos minutos antes aferrándose a él para apoyarse. Agitando sus hermosos ojos azules hacia él, se mordió el labio. Tirando de ella la puso de pie de nuevo y se alejó de ella. Se sentía bastante irritado. —¡Oh, lo siento mucho, no te vi ahí guapo! ¡Mierda, te he tirado la bebida encima! ¡Lo siento mucho! Ella habla mientras pone sus manos en su pecho tonificado, donde la bebida acaba de derramarse. Él conocía muy bien estos trucos y su voz ya le estaba dando dolor de cabeza. Levanta la mano de su pecho y se aparta de ella mientras sigue disculpándose. Una mirada de rechazo es evidente en su cara cuando se da cuenta de su pequeña acción. Sin siquiera molestarse en responderle, se dirigió al baño. Quitándose la camisa mientras se miraba en el espejo, comenzó a lavar la mancha bajo el grifo. A continuación, se dirigió hacia el secador de manos y colocó la camisa debajo de él. —¡Sabes que no puedo Vi! ¡Me va a matar si se entera! Ashton parecía divertido escuchando a una chica escondida en el baño de hombres. Y encima gritando en su teléfono como si fuera la dueña de este lugar. Las chicas pueden ser tan tontas, pensó. —¡Voy a ver si todavía está allí! ¿Vale? Te llamaré más tarde... ¡Adiós! Así que va a salir de su escondite, ¡qué interesante! Salió lentamente, mirando aquí y allá y entonces sus inocentes ojos se posaron en aquella espalda perfectamente musculada de un hombre y chilló de sorpresa. Se dio la vuelta para encontrarse cara a cara con una chica de aspecto medio, ojos marrones pequeños y pelo liso. Esperaba una chica sexy con un vestido precioso. Pero era todo lo sencilla que puede ser una chica. Llevaba una camisa grande y holgada y unos vaqueros negros, el pelo recogido en un moño desordenado y la cara desprovista incluso de delineador de ojos. Perdió interés en ella y se negó a reconocerla. Volviéndole ver de nuevo la espalda, procedió a secar su camisa, ahora sin manchas. Pero ella no tenía esa intención. —¿Eres un maldito pervertido? ¡¡Parado así en el baño de chicas!! Si quieres hacer un show de striptease, hazlo fuera, ¡puto! Suspiró. La miró por encima del hombro y ella volvió a reaccionar. —¿Qué? ¿No entiendes español? ¿Debería hablar en francés? Él sonrió satisfecho ante sus palabras torcidas. —Cuida tus palabras, ¡niña estúpida! —¡¡¡Lo que sea!!! ¡Ahora vete antes de que grite y llame a seguridad! Se estaba irritando con ella, su camisa todavía estaba mojada y esta chica no le dejaba ni pararse aquí. —¿Qué? ¿Me estás ignorando? He dicho que te largues pervertido. Hizo lo contrario, era hora de darle una lección de respeto. Empezó a moverse hacia ella y vio sus ojos parpadeando entre su pecho tonificado y sus ojos. Sus pasos retrocedieron y pronto su espalda tocó la puerta del cubículo en el que estaba escondida. —Qué... paso... atrás… por qué estás... Su cara era fría como la piedra como siempre, conseguir una reacción de él significaba que debías haber hecho algo grande. Iba a gritar cuando oyó unas voces masculinas que se acercaban y en cuanto se movió la manilla de la puerta, fue empujada de nuevo al interior del cubículo con una gran mano que amortiguó su grito. —¡Tío, esta noche estoy borracho! Ya me está estallando la cabeza. —¡¡Hasta me has robado los tragos!! ¿Qué esperabas? —Por cierto, ¿dónde está Ashton? ¿No dijo que iba al baño? —¡¡No lo sé, tío!! Es un misterioso, ¿qué puedo decir? La chica tenía los ojos muy abiertos, mirando fijamente el pecho del hombre que tenía delante. Estaban los dos de pie en un cubículo, con la mano de él en la boca de ella, el pecho desnudo tocándola y los ojos de él mirando al armario que había sobre su cabeza. Ni siquiera se molestaba en mirarla. Las ruedas giraron en su mente y, una vez que se dio cuenta, miró aquellos ojos fríos con pesar y miedo. “¡Este era el baño de los hombres! Oh, no, ¿por qué tengo que hablar tanto?”, pensó. Pronto los hombres salieron del baño y ella se dio cuenta de que él se apartaba de ella al instante, como si su contacto le quemara. Ella descubrió que un rubor subía a sus mejillas y ya no podía mirar aquellos ojos. —¿Es... este... el... baño de hombres...?—Preguntó temerosa de su respuesta. Él no contestó, en cambio, procedió a ponerse la camisa y con una última mirada fría hacia ella, salió del baño. Estúpida. ¿Cómo puede ser tan estúpida? Tenía prisa, de acuerdo, pero ¿cómo puede entrar en el baño de hombres sin mirar? ¡Maldita sea! Esto era tan embarazoso. Al menos evitó que se avergonzara más, pensó, saliendo de allí. * Se reunió con sus amigos y estos le preguntaron por qué había tardado tanto y les dio una excusa, excluyéndola a ella de su respuesta. De todas formas la estúpida no merecía mucha mención, pensó. Tan pronto como lo pensó, sus ojos se posaron involuntariamente en la cara de la extraña en todo este lugar. Cambiaba el peso de una pierna a otra hablando con un chico, que parecía estar regañándola. Tenía la cabeza gacha en señal de derrota y movía la cabeza en señal de “no”. ¿Qué era? ¿Una niña? ¿Y quién era? ¿Su novio? Inesperadamente, sus orbes marrones chocaron con los grises de él y se sintió extraño de repente. Quiso volver a mirar a la hermosa chica que estaba a su lado, pero no pudo. Había una atracción en sus ojos que se lo impedía. ¿La había visto antes? ¿Por qué sus ojos marrones le parecían tan intrigantes? —Hombre Ash, ¿qué estás mirando? Cam preguntó y Ashton fue capaz de romper el contacto visual con ella. —Nada— Dijo y se tragó la bebida que le quedaba de un trago. La siguiente vez que sus ojos se posaron en ella, estaba siendo arrastrada fuera del club con el chico sujetando su mano firmemente. Agachó la cabeza en señal de derrota. Justo cuando iba a apartar la vista de ella, su cabeza se inclinó hacia la derecha y sus ojos captaron su mirada por segunda vez. Pronunció una palabra que parecía una disculpa y con una última mirada salió del club. Volvió a mirar a la chica que parloteaba algo sobre su próximo concierto, pero durante un minuto la supuesta aburrida y poco atractiva chica ocupo su mente.
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