Las palabras de Andrea seguían retumbando en mi cabeza. ¿Acaso me había amenazado y yo ni enterado? Su última palabra me había dejado pensativo el resto de la semana, pero algo más fue lo que alertó a mi cabeza. Ella pensaba divorciarse de mí antes de terminar el año, y eso era algo que no le podía permitir. Quise hablar con ella el siguiente día después de la cita, pero caía únicamente el buzón de voz. Comenzaba a desesperarme no saber nada de ella. Contraté a una persona para que la siguiera las veinticuatro horas del día y me informara los cambios. Era poco lo que hacía. Se limitaba a viajar a la revista, visitar a su madre en el lugar de ancianos o levarle flores a su padre. No se vio con Dean o fue a la academia de Samantha, aun cuando su musical se estrenaría en pocos días. Andrea d