Narra Ava
Mi celular vibró. Era un mensaje de Estefani. Me preguntaba a estaba bien, ya que no había aparecido por la empresa. Le respondí que estaba enferma por un resfriado, le tuve que mentir. Luego me acosté en mi cama, mirando al techo como si tuviera una venganza personal contra él. Desafortunadamente, no era el techo lo que estaba poniendo a prueba mis nervios, pero era lo único que tenía frente a mí para apuntar toda mi ira. Sabía que no debería haber cancelado el trabajo, pero estaba demasiada enojada, demasiada herida para volver a ver la cara de Maximiliano. Me sentí tan estúpida. Debería haber esperado más, conocerlo mejor. Si no me hubiera metido en la cama con él en la primera oportunidad que tenía, estaba segura de que habría sabido lo que pasaba. Pero había estado tan ceg
