CAPITULO 2.2 “Regreso a casa.”

1211 Words
(enero 19, 2018, Los Angeles California, USA) (Serena Maxwell McNamara) Después de eso fui a la oficina del director administrativo y presente mi renuncia, obviamente papá quiso saber por qué lo había hecho y solo le dije. -Papá estuve sometida a las órdenes de una estúpida mujer parte de mi niñez y mi adolescencia, ahora no soporto ordenes de idiotas ni rumores mal intencionados, así que mejor dejo Maxcorp y atiendo mis propios asuntos. -Serena, un día tu manejaras Maxcorp, debes saber lo que se hace y como -Papá, por el momento todo está bien, sígueme enviando los informes mensuales y con eso podre aprender y ayudarte.- le respondi sin mencionar mis propios proyectos dentro de la empresa, yo tenia mi propio espacio gracioas a uno de los jefes de diseño y programación. Y así regrese al rancho a atender mis propios negocios y para cuando llego la primavera el negocio de mermeladas y jaleas había prosperado, Jacobo había contratado a una buena agente de Mercadotecnia llamada Hope, la cual se encargó de meter no solo nuestras mermeladas, sino nuestras galletas, dulces mexicanos y productos secos; lo que hizo que dichos productos se vendieran en tiendas de autoservicio y supermercados. Estando en el rancho, me di cuenta de otra cosa con el paso de los días y fue que James y Hope se llevaban más que bien, era obvio para todos los que tuvieran ojos que ahí había algo más que una amistad y para finales de mayo le pregunté a James directamente - ¿Cuándo le pedirás matrimonio? - ¿Qué dijo Señorita Serena? -déjate de tonterías James, te gusta Hope y se ve que tú a ella también, así que dímelo ¿Cuándo le propondrás matrimonio? -No lo sé, Pequeña Serena, la quiero, pero tengo que cuidarte. -Vaya, otro cobarde que prefiere darle escusas al amor en pro de la obligación. -No es cobardía, pero … -Pero nada, si no te declaras en estos días, te hare lo que a Lee, seré yo quien organice la petición de mano por parte de Hope y ella es menos tímida que la profesora. - le digo sonriendo. -No lo hagas Pequeña Serena, no es bueno presionar y solo espero el momento adecuado. - dijo James sacando algo del bolsillo de su saco y preguntando - ¿Crees que le gustara? - y me dio una cajita en la que había un bello anillo de compromiso, con una rara gema, al observarla me dice -Es una Apatita ¿crees que le guste? -Yo creo que sí, es una bella pieza, bueno pues anímate y se bien que ella te dará el sí. Para mi sorpresa, dos semanas después James regreso sonriendo y me dijo -Pequeña Serena, Hope acepto casarse conmigo, ella me quiere. -Te lo dije James, pero tu tenías miedo. -No era miedo, solo reservas, ella es diez años más joven que yo, muy independiente y tan llena de energía. -Por eso son la pareja perfecta y ¿para cuándo es la boda? -Serena, ¡se lo acabo de proponer! – me respondió James -Hay que aprovechar el tiempo James, ya nos hace falta una buena fiesta. - Este sonrió y solo asiento. Esa noche James y Hope me comunicaron que la boda sería el próximo primero de julio por lo que teníamos dos semanas para preparar la boda. Todo el rancho se puso a punto para la boda y sobre todo se preparó una Gran Fiesta, para todos los trabajadores, a fin de compartir un bello momento con los novios. Debido a su nuevo estatus de hombre casado, James tendría una casa en Mendocino, así como una recomendación para ser el entrenador de los equipos de lucha, judo y tiro de las secundaria y preparatoria; lo que lo dejaba bien posicionado con un buen trabajo. Tras esto yo ya no tenía más sombras que la mía y más protección que mis instintos, mis conocimientos y mis manos. Esta vez sí era totalmente libre de toda vigilancia. El tiempo estaba pasando y yo quería hacer algo por mí misma, no solo acrecentar la herencia de mis abuelos y mi madre, así que comencé a hacer planes. El problema era que no podría llevarlos a cabo en Mendocino, en donde aún casado y ocupado James no dejaba de vigilarme. Entonces tendría que regresar a Los Ángeles y ver mis opciones por lo que decidí regresar a casa, en donde de inmediato comencé a moverme, primero que nada, debía buscar un trabajo a mi gusto, acorde a mis habilidades, así que comencé por solicitar empleo en varias editoriales como traductora, así como en centros mecánicos, todas mis solicitudes las firme bajo el nombre de Serena McNamara. También probé suerte en el sistema educativo como maestra de historia en una Junior High School, esperando poder hacer uso de mis conocimientos. Pero como mi padre es John Maxwell, fue imposible evitar que se enterara de mis planes, así que me llamo a su oficina y me dijo -Serena, si tanto deseas trabajar, porque te aburres en casa ven a Maxcorp a trabajar, por Dios que eres una socia y mi hija. -Padre, quiero hacerlo por mí misma, ya entré a trabajar aquí y que obtuve, ofensas de mujeres estúpidas que no hacen más que inventar y difundir rumores y chismes, No papá, voy a buscar trabajo en algún lugar según mis amplias habilidades, recuerda que soy psicóloga, abogada, mecánico, historiadora y lingüista, ¿Crees que no encontrare una oportunidad? - le pregunto; aunque sé que lo que intenta es ponerme donde él pueda intervenir en mi vida y eso es lo que no quiero por lo que insisto. -Papá solo quiero volar con mis propias alas antes de hacerme cargo de todo esto y no ser más Serena Maxwell McNamara, sino la Heredera Maxwell, eso no. -Hija, déjame ayudarte, además ya no están tus escoltas ¿Cómo quieres que esté tranquilo si no tienes protección? -Papá no necesito más guardaespaldas, espero que no trates de ponerme más guardaespaldas, yo puedo defenderme sola. En cuanto a lo de buscar trabajo, no quiero que interfieras por favor. -Claro que voy a interferir, te voy a recomendar a dos o tres personas que podrían acomodarte en sus empresas, no estarías en problemas. -Pero papá…- quise decir algo, pero mi padre me interrumpió. -si quieres trabajar, será así o te quedas aquí en Maxcorp, trabajando en la dirección bajo mis órdenes, tendrás un trabajo que será según tus habilidades y comenzaras a tomar las riendas del negocio. -Bien papá, trabajare aquí nuevamente, solo espero que no haya más problemas, pues de ser así, tendrás mi renuncia al segundo siguiente. - le dije sabiendo que hará todo lo que esté en su mano para tenerme controlada y bajo su “Protección.” Así que entré a trabajar en la dirección de Maxcorp, como buena administradora me comencé a hacer cargo de algunas cosas, ayudando a mi padre a llevar la dirección de la empresa. Llevar la dirección de Maxcorp es algo agotador, pero más agotador es tener a mi padre más pendiente de mí que del trabajo que se acumula en su escritorio, trabajo que termino sacando yo adelante, pues los negocios están tan diversificados que es agobiante en extremo.
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