1 Alfonsina
¿Alguna vez en sus vidas han escuchado el dicho que dice "NADIE SABE HASTA QUE LO PIERDE"?
Pues, creo que yo le di la importancia necesaria demasiado tarde.
Quizá fue la insistencia de la familia, la presión de nuestros amigos en común. También puede ser por los prejuicios de quien solía creer mi novio, que me hizo verlo con otros ojos o la historia de mis padres, que perdieron a la primera persona que eligieron para pasar el resto de sus vidas.
O simplemente, que soy demasiado estúpida para no contar lo que me pasó, incluso cuando ya había acusado a mi mejor amiga de negarse a expresarse.
Lo que puedo asegurar hoy, a un año de haberlo conocido por primera vez, seis de haberlo rechazado y humillado frente a Noemí y haberlo negado frente a toda mi familia, acepto que aún me pasan cosas y lo primero que siento, son celos.
No tengo escapatoria. Yo misma acepté que viniera con quien se le antoje a la boda de mi amiga. Ellos tienen razón en una cosa. Él, Lucía y Cristian, son lo más cercano a una familia que tiene Mat.
Ahora actúa indiferente.
Ya no se desvive por mirarme.
No soy en la primer persona que piensa cuando se levanta. Se terminaron las noches de películas y series o las eternas tardes de juegos entre los dos, porque desde un tiempo para acá, nos negamos a estar a solas. Ya no hay fines de semana de películas, bromas absurdas ni roces discretos.
Ahora tiene a alguien más para compartir esas cosas. Para entregarle su tiempo y todo lo que él es.
Se me hunde el pecho cada vez que le sonríe y ella lo golpea juguetonamente frente a todos.
Él ya no se meterá en mi seguridad personal y debo decir que duele que no me advirtiera que no solo mi corazón podía salir lastimado.
Incontables veces puse mi vida en riesgo por seguir a la persona que me gustaba, por encajar en sus estándares de buena chica. Otras tantas corrí el riesgo de ser detenida por comprar juguetes ilegales y ser descubierta en la actividad que tanto ama y no sirvió de nada.
Ahora lo que me interesa es seguir adelante porque Martín pudo y si él lo hizo, yo también lo haré.
¿Pueden culparlo? Pues no, porque fui yo quien se lo buscó con mis actitudes, con mis falta de fe, mi mentira y mi insensibilidad para hacer lo que me convenía sabiendo que era moralmente incorrecto.
Hoy, me ha saludado como una simple conocida. No me presentó como su amiga cuando llegó hace una semana y lo he visto lo justo y necesario para evitarlos.
-Alfonsina, la futura madrina de bodas de mi amiga Noemí y de su bebé- me señaló- Alfonsina, ella es Tahina, una amiga.
Una amiga. Si, como no.
-Un gusto conocerte- me dijo la morena de ojos oscuros y cabello crespo.
-Igualmente- alcancé a musitar antes de desaparecerme y rogar que no tuvieran que quedarse en la misma finca que yo.
Abrazo a mi amiga y toco a mi futura ahijada por encima de su vestido de novia y luego lo hace él, antes de hacer nuestro trabajo.
Engancho mi brazo en el suyo en jarra y comenzamos a caminar por el pasillo, por donde nuestros amigos van a pasar unidos, una vez que sean declarados marido y mujer.
Durante la ceremonia, que no fue nada corta porque se les ocurrió la brillante idea de hacer las dos en una sola, lo observo de soslayo. No me mira ni por error.
En la recepción, nos toca entrar a bailar el vals, juntos, como cada pareja, porque Noe quiere que todos vean que vamos a ser sus mejores amigos por siempre y es lo que corresponde por ser sus padrinos de bodas. Obviamente ya me había quejado argumentando que no era necesario.
Sus manos, respetuosamente colocadas en mi cintura, envían un corrientazo por todo mi cuerpo y la nostalgia de aquellos días, hace mella en mí.
Desearía que exista una máquina del tiempo como la de "Proyecto Adams" y volver a resarcir todo el daño que nos hice, pero debo ser valiente y seguir.
No es solo por él. Es por mantener mi dignidad intacta aunque solo sea una epifanía. Mi inocencia y mi actitud de que el mundo es mío, han puesto mi eje patas arriba, porque si esto sale a la luz, estaré en graves problemas legales y sociales.
En la rotación de parejas, papá viene a mí y le pasa la mano de mamá.
-Estas bellísima, muñeca- me sonríe luego de besar mi frente.
-Gracias, papá. Te amo.- afianzo mi abrazo y cierro los ojos recordando la primera vez que lo llamé así.
Noemí lo necesitaba en casa para ayudarla con un problema que tuvieron con un sujeto asqueroso. Luego de una charla porque lo seguía llamando Mauricio y no papá, me decidí a intentarlo por teléfono al realizar la llamada.
-Hola papá- saludo lo más normal que puedo.
-Oh, mierda- lo escucho exhalar- Hola, muñeca, mía. ¿Cómo me llamaste?
-Eso eres ¿o no?- respondo nerviosa.
-Es que nunca me habías llamado así. Creí que nunca pasaría- murmura y puedo jurar que se encuentra llorando.
-Si, en verdad lo siento. Tu me has cuidado desde siempre- ambos nos reímos- Mejor dicho desde que estás con mamá.
-ustedes son mi vida y te amo como si en verdad fueras mi hija, porque para mí lo eres. No importa la sangre Alfonsina.
-Yo también te amo mucho, pero en realidad te llamaba para otra cosa- y luego puse el alta voz para que Noe hablara con él.
-Yo te amo más, hija.- se separa para mirarme- ¿Estás bien?
Siento el mismo calor en el pecho que ese día. Ha aprendido a conocerme tanto, que con solo verme ya no necesita más respuestas, aunque siempre hago el intento para disimular.
-Si, pa. Solo sensible porque todo es muy lindo- me justifico mintiendo lo mejor que puedo.
Mueve su cabeza negando y desvía su vista por la pista de baile. Sigo su recorrido y al verlo bailando con ella, se me estruja el corazón.
-Yo creo que te pegó que trajera a alguien, muñeca- dice suavemente.
-No es eso, papá.- vuelvo a negarlo- De verdad. Créeme.
-Vamos ha hacer que te creo, pero ¿me permites darte un consejo, hija?
-Siempre, pa. Tus consejos son de los mejor- accedo riendo.
-Si de verdad lo quieres, lucha Alfonsina. Enfrenta tus miedos y ve por él- trato de negar con el rostro, pero papá no se rinde- Todos cometemos errores, hija. Todos tenemos la capacidad de resarcirlos ¿sino que crees que hubiera pasado con Less y Bran?
-No lo se, pero de todos modos- abre la boca para contradecir pero lo interrumpo- De todos modos es diferente, porque ellos se amaban mucho e intervinieron terceros. Aquí yo cometí muchos errores y estar así es lo mejor.
-Deja de buscarle el pelo al huevo, Alfon. Si lo amas de verdad y estás dispuesta a reconocerlo, reconquista su amor y repara lo que hayas echo.
-Él ya dejo de amarme, papi.- evado nuevamente la verdad- Déjalo estar.
-Nadie deja de amar de la noche a la mañana, hija. Si pueden perdonarse todo va a estar bien.
Justo mi tío Brandon viene a mi socorro y me salvo del resto del discurso.
-Amigo, déjame bailar con la dama de honor.- y le pasa la mano de tía Tamara.
-Encantado. Tami.
Finalizando el vals, donde pude escapar antes de volver a sus brazos, de ambos de echo, nos vamos a bailar.
Sigo toda la noche buscando encontrarme con su mirada, inútilmente. Se dedicó a bailar y no descuidar a su 'amiga', así como también, a bromear con los invitados, ignorándome como lo he echo yo con anterioridad.
Al apoyar la cabeza en la almohada, comienzo a recapacitar y reflexionar sobre todo este día.
Las palabras de mi padre, dan vueltas en mi cabeza. ¿Es posible reconquistarlo? ¿Podrá perdonarme alguna vez? ¿Se puede enmendar el pasado y hacer un mejor futuro? Realmente no lo se.
No todo en la jornada fue malo. Nos enteramos que vamos a ser padrinos de una niña por medio de un pastel con masa rosada. Bailé con mis primos y mis hermanos como lo hacemos en cada oportunidad que tenemos de estar juntos y se que al finalizar el verano, voy a tener las pilas recargadas.
Al menos no se besaron frente a mí.
Para poder explicar bien de que va todo, tengo que retroceder en el tiempo, a aquel momento en que se unió al grupo. Mejor dicho a antes de eso, cuando llegué a México y permití que me engañaran pese a ser advertida con anterioridad.