Stefano Desperté en el piso del almacén, no sabía cuántas horas llevo aquí adentro, viendo mi móvil me percato que es media noche, ¡Rayos, el restaurante!. Abro la puerta chocando con Josué quien estaba por entrar. - ¡Por fin despiertas! – me dice mientras entra al almacén. - Perdón, no he dormido casi nada estos días – intento disculparme mientras limpio mi cara con las manos. - Si, si ya me contaste todo lo de esa chica, la tal Emily – me dice mientras me señala que me siente de nuevo en las cajas. - ¡No es Emily, es Margot! – me molesta que no me tome enserio - Ya, tranquilo, te creo. He de admitir que no te creí al principio, cuando te quedaste dormido estuve en la oficina terminando los reportes de las ventas de hoy, cuando termine, me entro la curiosidad de ver quien era