Un silencio incómodo recorrió toda la sala, solo observaba las miradas tensas entre mi abuelo y mi padre, algo no andaba bien. - Ya es hora de que se entere Pietro – dice con mucha tranquilidad mi abuelo. - Sabes que no estoy de acuerdo, es demasiado pronto ¡Lo prohíbo! – grita mi padre. - Aunque lo prohíbas pasará tarde o temprano, ¿Por qué atrasar las cosas? – comienza a encender su peculiar puro. - ¿De qué esta hablando? ¿Por qué discuten así? – están colmando mi poca paciencia. - Nada, tenemos que irnos Emily – toma mi papá mi mano mientras se levanta, llevándome sujetando mi muñeca hacia la puerta. - Aunque la atrases, ya es un hecho que ocurría la boda de Renzo y Emily – finaliza mi abuelo mientras da un largo soplo de humo dejando caer encima de mí un balde de agua helada qu