Miró a Ayr y Goong, que ya estaban tomadas de la mano y besando a sus parejas y luego miró a Mike, que la había estado observando todo el tiempo. El a lo miró a los ojos y sonrió. La sonrisa no significaba nada. El a sonrió solo porque era más atractivo que fruncir el ceño y le gustaba ser seductora, atractiva y sexy para todos los hombres, tanto si tenía la intención de acostarse con ellos como si no. En un breve mes, ella ya no estaría "obligada" a hacer esto. Realmente no tenía que hacerlo ahora. Tenía ahorros, pero había l egado hasta ahí y un mes más le daba tiempo para pensar. Es una falacia que las chicas estén obligadas a acostarse con hombres una vez pagada la multa. La "multa del bar" solo libera a la chica del trabajo por el día. La decisión final si