Beou no tardó mucho y Lek oyó la l ave en el pestil o a las tres cuarenta y cinco. “¡Yoo-hoo! ¿Sigues aquí? Hola, Lek. ¿Dormiste bien? ¿Todavía quieres ir a trabajar hoy? De acuerdo, iremos juntas. Dejaré estas cosas en el frigorífico y compartiremos un taxi. Entonces también puedo recoger mi motocicleta”. En diez minutos, estaban en un taxi baht a mitad de camino por Pattaya Klang Road y en camino a "Daddy's Hobby". Incluso tuvieron la suerte de que el taxi pasara directamente por Cal e Segunda en dirección a Beach Road y se bajaron a cien metros del bar. Eso no sucedía a menudo. “Gracias por anoche, Beou. Realmente lo necesitaba. Y una amiga. Y eres la mejor”. Le sonrieron a Noi y luego la una a la otra y entraron juntas al bar. "Noi", dijo Beou, "Hoy decid