Por no confiar en ti.

Mi familia.

Fernand.....

Ahí estaba como un bobo observando a esa impresionante castaña, me atreví a ir a donde ella, pues sentía curiosidad, sería hija de algún amigo de mi padre, o alguna empleada que no había visto por el año que pase de viaje.

Mis padres son personas maravillosas, siempre me han dado tanto amor que no tengo como agradecerles, a pesar de que no soy de su sangre ambos me han tratado como a mis hermanos, mi padre siempre me ha dicho lo orgulloso que se siente de mí, él me ha dado tanto amor, me ha mostrado como ser un buen hombre, mi madre por otro lado siempre ha sido tan cariñosa y complaciente conmigo, no tengo de mi niñez ni un recuerdo negativo o triste, solo cuando mi madre verdadera, que recuerdo muy poco intento alejarme de mis padres, ellos han sido lo mejor que me ha pasado en la vida, pues cuando era pequeño según me cuentan estaba muy enfermo, mi madre, que en ese entonces trabajaba en una clínica me cuido, ellos tienen una historia maravillosa de amor, lucharon para ser felices, pues todo estaba contra ellos.

Cada vez que mi padre besa a mi madre me siento tan feliz, mis hermanos y yo somos realmente unidos, Spencer es mi hermano menos, me llevo muy bien con él, incluso le apoyo con trabajos de la Universidad, por otro lado Laia es la de en medio de nosotros 3, siempre hemos sabido que es la consentida de mi padre, aun que él es amoroso con los 3 es muy claro que por Laia siente un amor distinto, ella es como le dice su pequeña princesa, Spens es ese chico que con una sonrisa te obliga a hacer lo que desea, es el más consentido de la familia, y yo como el hermano mayor siempre busco darles un buen ejemplo a mis hermanos.

- Que sucede hijo, ¿A quien buscas?

Me pregunta mi madre, buscaba a Danna, ya no pude verla desde que me acerque a mi familia.

- No, a nadie, solo veía a los empleados, parecen disfrutar de la fiesta.

Mi madre asiente y responde.

- Si, por ello a tu padre le gusta organizar estas fiestas, todos los empleados merecen un tiempo para divertirse, es bueno que tú que te encargaras de varios asuntos que él tiene ya preparados para ti conozcas a todo el personal...

Y es verdad, estuve lejos terminando mis estudios y preparándome para ser le mejor, siempre busco que mis padres se sientan orgullosos de mí, que sepan que lo que han hecho por mí lo valoro y siempre estaré eternamente agradecido.

- Te amo mamá...

Le digo al abrazarla.

- Mi precioso Fer, yo también te amo hijo, como te echaba de menos...

- Bueno, ahora ya no me alejaré, viviré de nuevo en casa, y no te desharás de mí...

Le digo con una sonrisa mientras ella me abraza muy fuerte...

- En que momento creciste mi lindo Fer, hace unos pocos días eras un pequeño que jamás soltaba mi mano, ahora recién regresar de vivir en otro país, me alegra que al fin estés en casa hijo.

- A mi también mamá...

- Muchos abrazos, ¿Se puede saber por qué?

Dice mi padre tocando mi hombro...

- Déjame disfrutar a mi bebe, no lo veíamos por mucho tiempo, estoy feliz de que al fin este de regreso.

Mi padre sonríe y me abraza también.

- Si, me da gusto que por fin mi mano derecha ha regresado, te aseguro que no te dejaré descansar...

Pero a mí me hace feliz poder ayudar a mi padre, ellos siempre me han dado todo, no hay nada que desee en esta vida porque han sido sumamente complacientes conmigo.

- Hola, hola, son tan lindas las señoritas....

- Spens!!!

Dice mi madre a modo de reprender a mi hermano, que es un don juan, bastante enamoradizo.

- Lo sé mamá, son mayores, ¿Pero puedo tener amigas no?

Mi madre le da un golpecito en el hombro, y le dice lo cínico que es.

- No sé dé donde ha sacado esa manera de ser, ni tú ni yo fuimos jamás así...

Mi madre observa a papá y responde resoplando.

- Es algo con lo que ya llego de fábrica, no lo sé...

Laia llega a nuestro lado pues estaba en el tocador.

- Hola, bonita!

Le digo al verla, Laia tiene el carácter de mi padre, incluso se parece a él, solo tiene de mi madre los preciosos ojos.

- Hola, Fer, estaba en el tocador, vi a Miranda.

- Casi es la fiesta de Jonathan Jr.

Le digo a mi madre.

- Si hijo, el próximo fin de semana le harán su fiesta por llegar a su mayoría de edad...

Mi familia y yo pasamos un rato agradable, la fiesta es muy divertida, se le entregan reconocimientos a empleados, monetarios y obsequios, mi papá siempre dice, cuando tú le entregas a un empleado un reconocimiento por su arduo trabajo conviertes la compañía en un lugar feliz, le das esperanza a las familias de saber que cada esfuerzo es recompensado.

Busco a la chica que conocí esta noche, pero no logro verla por ninguna parte, incluso le pregunto a algunos empleados, pero no la ubican, al menos sé que la volveré a ver cuando comience a trabajar el día lunes en la compañía, pues sé donde labora, la fabulosa chica de las copias....

Vamos a casa, al llegar me siento tan feliz, añoraba tanto mi hogar estando tan lejos, es una sensación de protección, saber que mi familia esta aquí, sobre todo porque somos bastante unidos, es como sentirte cuando niño, el saber que si algo sucede ellos están ahí para ti, jamás estarás solo, a pesar de todo lo que mi madre verdadera le hizo a mis padres, ellos no sienten ningún tipo de rencor contra mí, cuando pase por la adolescencia ellos me enviaron a terapia de nuevo, pues sabían que la adolescencia era la etapa más complicada de un joven, pero no tuve jamás problemas con ello, sabía que para Federico Garzon y Andrea Rinaldi yo era su hijo sin importar que, así que por el contrario en lugar de dar problemas les deje bien claro que los amaba, y estaba agradecido por lo mucho que me daban cada día, y no solo lo material, sino el amor y cariño, la pertenencia de tener una familia....