El señor Jackson me abrazaba con fuerza, nuestras respiraciones entrecortadas dejaban a notar aquel deseo que teníamos. El bajo su rostro levemente de nuevo dándome otro suave pico a lo cual no pude evitar reír pues mi corazón estaba latiendo con rapidez. Aquel hombre acaricia mi pelo con suavidad mientras nos ojos chocaban. -Me gustas demasiado Sophia…me gustas tanto desde que comenzamos a trabajar juntos….no puedo dejarte ir con nadie, por favor quédate conmigo. Escuchaba aquella confesión inesperada de aquel hombre. Físicamente aquel hombre me atraía demasiado, como persona lo odiaba…o eso pensaba pues en esas ultimas semanas he estado descubriendo un lado divertido del señor Jackson el cual me hacia pedir más. Mi corazón me pedía, me exigía que pudiera entregarle todo. -Usted tambié