Carta.
Sé que mi partida va a dolerte, sé que vas a decaer, sé que te vas a enojar, pero no escribo solo para darte ánimos, sino porque lo siento y quiero que lo entiendas.
Siempre estuve orgullosa de ti, de como por una locura de adolescentes entrante en ese mundo, pero saliste, luchaste con todas tus fuerzas para parar esa vida, luchaste por esa chica que te tenia loco, luchaste por esas bellas bebitas que venían al mundo y no querías darles un padre asi.
Siempre admiré esa voluntad férrea de ir de frente, de no dejarte de nadie, de que lo que tu querías era, y como siempre le hiciste frente a todo mundo con ese carácter del diablo que tienes, y como esa locura que cargas no le tienes miedo a nada.
Siempre admiré tu inteligencia, quién diría que detrás de ese joven tonto que dice puras tonteras hay alguien tan inteligente, como aprobabas todo y pasabas de año sin siquiera prestar sincera atención, como te recibiste con tus hijos encima, con las cuentas y la presión lo lograste.
Siempre te admiré...
Me diste fuerzas cuando yo me estaba derrumbando.
Me abrasaste cuando no podías.
Me consolaste cuando llorabas.
Me cuidaste cuando te necesitabas primero.
Y a pesar de todo me diste días muy felices, risas que me dolió la panza, me hiciste llorar de alegría, y me fuiste el mejor hermano que pude tener, eres una maravillosa persona Exe, ruego a Dios que sigas asi, que mi partida no te afecte, que sigas adelante por la hermosa familia que formaste, por la esposa maravillosa que tienes, la mejor cuñada que pude tener, la que me acompañó sin importar nada, la que me enseñó muchas cosas y tiene una parte de mi corazón, lucha por ella Exe, no te rindas, no te inclines a las drogas de nuevo cuando al fin saliste, cuida de tus hijos y de los que van a venir.
Te amo, Camila.
*****
—Pase... —golpean despacito y ya sé quién es.
—¿Exe, estás ocupado?. —dejo el celu de lado viendo a Cami que me mira de la puerta un poco abierta sin ver porque mis papás le dicen que golpeen antes de entrar por si estamos haciendo algo raro que no pasa gracias a Dios.
—Pasa... —entra y la veo como que estaba llorando—. ¿Qué te pasó que lloras?.
—No me salen las cuentas... —comienza a llorar de nuevo viniendo hacia mi poniendo las manos en su cara, siempre hace eso cuando algo le duele mucho, me siento enseguida abrazándola—. No me salen y no sé qué hacer, me cansé.
—Bueno, vamos a ver, —me abraza con fuerza donde llora con ganas—. No llores prins.
—Es que me cansé, me duele la cabeza.
—Bueno, llora tranquila y cuando te calmes vamos. —cuando se calma bajamos de la mano, le llevo cinco años y es para mi como una bebita, pesada pero bebita—. ¿Tomaste la leche?.
—No, mamá esta haciendo merienda.
—Bueno, comemos algo y ahi hacemos la tarea.
—Si por favor.
—Menos mal que la ayudas Exe. —mi mamá esta con todas las tazas en la mesa asi tomamos la merienda—. Me fije pero no, no entiendo las cuentas o como les enseñan en estos tiempos.
—Comemos algo y ahi me fijo.
—¿Mami ya esta la leche?.
—Si Seba, lávate las manos y ven a la mesa.
—¿Estabas llorando Cami?.
—Siiii. —vuelve a llorar y Seba la abraza—. No me salen las cuentas, no entiendo nada y Exe me va a ayudar.
—No llores tonta, vas a entender.
—Es que intenté mucho.
—Bueno, ahora Exe te ayuda y vas a entender todo.
—Eso espero. —lo envuelve apoyándose en su hombro—. No quiero hacer mas esas cuentas.
—Sino vamos a tener que llamar a alguien que te ayude hija, no te desanimes.
—Ven, vamos a sentarnos.
—Toma hija. —mi mamá la abraza de atrás dándole un beso—. Con la leche vas a sentirte mejor hija, mira, le puse chocolate que te gusta.
—Gracias mami.
—Mmmmm. —sonreímos con Seba porque le da muchos besos—. No te preocupes mi bebé, vas a poder.
—Si, me calmé un poco.
—Toma amor. —le sirve a Seba y a mi, y ella se sienta acomodando las cosas para comer—. Aprovecha Seba y dile a tu hermano que te ayude.
—Es historia mami, ahi me ayudas tu.
—Ahi si, no me den cuentas porque no, no sé como explican ahora que dan unas vueltas tremendas para sacar un número. —me da risa cosa que hace que mi mamá me dé un golpe—. No te burles, que terminé el secundario siendo abanderada y con un hijo eh, y no pude estudiar después pero sé mucho.
—Si mami, eres muy inteligente. —le sonríe a Cami y si, todos lo pensamos porque lee un montón, tiene libros de todo, lo que pidas lo tiene, cuando comenzamos a estudiar mi papá dice que se compró libros para ir viendo y asi ayudarnos, habla como cinco idiomas y lo que le preguntes de historia y geografía lo sabe.
—Mmmm, que rico esto, si pareciera que no tuviera calorías.
—Ay nene, tiene, el agua no tiene calorías. —si, de nutrición es experta, nos controla todo lo que comemos, aca en la casa por lo menos si—. Ahora que me acuerdo miren. —va a la heladera y trae unas pastillas que son vitaminas y no sé qué mierda—. No tomaron hoy.
—Capas que nos das drogas disfrazada de vitaminas.
—Ja ja, que risa me da, toma... —tomo las pastillas que nos da a diario, terminamos de merendar y comenzamos con la tarea—. Bueno, voy a buscar un libro a ver si es como recuerdo.
—Mira Exe, estas son las que no entiendo.
—Bueno, dame una hoja y un lapiz y te explico.
—¿Sabes cómo se hacen?.
—Si, las sigo usando para resolver problemas.
—Que porquería,
—Si entiendes ya después es pan comido, tienes que calmarte y escuchar porque vas a usar estas formulas todo el secundario.
—Creo que me vas a tener que ayudar todo el secundario Exe.
..............
La miro a Ivka pensando en como Camila me pedía ayuda todo el tiempo para que la ayude con la escuela, en como lloraba frustrada porque no le salía algo a la primera, no era que le costaba la escuela, le costaba entender a la primera no sale todo, y ella quería que todo le salga a la primera, y si no le salía lloraba frustrada.
—SEEEEJJJJ. —me da risa como alza los brazos donde hizo varias cuentas sin que intervenga—. Al fin lo entendí.
—Es con paciencia hija, te desesperas por nada.
—Igual, me vas a tener que ayudar toda la escuela.
—¿Eh? ¿Qué dijiste?.
—Que todo el secundario me vas a tener que ayudar, porque no voy a... Papá. —voy al baño casi corriendo, cierro la puerta no aguantando las lágrimas, apoyado en la puerta me tapo la cara llorando.
—Exe abre. —le abro a Ara y me siento en el inodoro cargándome en las rodillas y ella acaricia mi espalda—. No pasa nada amor, llora sin miedo... —lloro hasta que me canso, me siento derecho viéndola a la cara—. ¿Estas mejor?.
—Un poco.
—Toma tu tiempo.
—No, vamos, los chicos nos necesitan.
—Necesitan que su papá este bien, asi no puedes... —acaricia mi cara con suavidad—. Llora todo lo que quieras, era su cumpleaños y tienes derecho a estar mal. —asiento suspirando—. Pueden pasar cien años Exe, y va a seguir doliendo como el primer día, tomate tu tiempo de llorarla, asi como haces no te hace bien.
—Quiero ir al cementerio.
—Vamos entonces, cuando lleguen las chicas vamos.
—Si. —salimos del baño donde nos miran con duda.
—¿Estas bien papi? ¿Dije algo malo?.
—No hija. —la abrazo a Ivka que tenia cara de tristeza—. Hoy es el cumple de la tia Camila.
—Aaahhh, dije algo que ella decía.
—Si, y me afectó.
—Perdón.
—Nada de perdón, no tienen la culpa de nada. —le doy un beso en la cabeza—. Sigamos con la tarea asi ya queda hecho.
—¿Papi me ayudas con esto?.
—Ahí voy, aca Ivka, es esta ecuación, se multiplica Pi por la gravedad al cuadrado y te da X.
—Bueno, yo puedo.
—Si, tu puedes, hay que practicar. —voy con Ezem que él ya esta en su ultimo año de secundario—. Dime hijo.
—Necesito sacar el sustantivo abstracto y no lo comprendo... Yo digo que este pero tengo duda.
—Bueno, analicemos la frase.
—Amor mate.
—Si, gracias. —Ara esta con Fedora y Farik que ellos están en séptimo grado—. Están buenísimos amor.
—¿Me das mami?.
—Si hijo.
—Ahí esta.
—Como explicas es mas facil.
—Hay que buscarle, porque habían cosas que no las entendía pero después investigaba y ya.
—No todos los profes saben explicar, porque tu no le entiendes pero capas que otros chicos si.
—Si, si mi amigo lo pescó de una, me quiso explicar y fue como el profe.
—¿Viste?, todos tenemos diferente capacidad de entender, como yo que papá me explicaba las cosas que él las casaba enseguida.
—Y otras tú, eres la mas inteligente que conozco amor. —sonríe poniéndose roja, vemos hacia la entrada cuando oímos que abre.
—LLEGAMOS.
—ESTAMOS ACAAAAA. —vienen las dos de la facultad.
—Buenas.
—Hola amor. —nos saludan a todos y se sientan sacando los cuadernos.
—Justo te casamos papá, asi nos ayudas con unas cuentas.
—Bueno, vamos entonces asi hacemos toda la tarea.
Con Ara hacemos todo el esfuerzo para poder explicarles todo lo mas bien que podamos asi entienden, porque no es solo hacer la tarea, sino que deben entender ya que cuando les tomen evaluación lo tienen que saber, Ara siempre les dice, lo mejor que le podemos dejar como padres es el saber y una carrera, estudios y que elijan lo que quieran, pero que sepan de todo un poco y nadie los manipule con la ignorancia.
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Volvemos del cementerio ya casi de noche donde esperamos que lleguen las nenas asi las dejábamos a cargo de la casa y los chicos, las chicas no tenían colegio pero se juntaban con sus amigos de la facu a estudiar, sé que en cualquier momento van a andar noviando y esta bien, casi a sus edades las teníamos y no quiero eso, no digo que mis papás fueron males padres porque no fue asi, si admito que me las mandé, porque me controlaban tanto que me revelé con todo, y no quiero eso para ellas, cuando les vino el periodo Ara las llevó a la ginecóloga, como a cada una de las nenas, y ahora están con las pastillas anticonceptivas pero porque la ginecóloga se las recetó, no me gusta nada, no porque no quiero que tengan relaciones y les decimos siempre como deben poner los preservativos y sin ellos no tener relaciones, pero estamos hablando con Ara para que las dejen, son muchas hormonas encima que son dañinas.
—Bueno, espero ya estén cocinando.
—Si, les dejé carne y unas papas asi van haciendo, se mandan tremendas preparaciones que necesitan de horas. —va de lado donde le aprieto la pierna, como no trajimos a ninguno de los nenes vinimos en el auto de novios como le dicen los chicos, porque lo usamos cuando salimos solos—. ¿Cómo te sientes?.
—Bien, gracias por estar siempre, eres mi compañera pero no es fácil lidiar con un tipo como yo.
—¿Como qué? ¿con sentimientos? ¿con dolor? no amor, no es un peso acompañarte y apoyarte. —llegamos a casa donde no tenemos patio delantero, Harley y Oddi tienen sus autos donde estudian diferentes cosas, el auto mío y la camioneta de Ara, y el otro año el auto de Ezem que ya comenzamos a mirar asi lo tiene para sus dieciocho—. Mmm, que rico olor.
—Muy rico. —entramos escuchando alabanzas mas juveniles como ellos escuchan y charlas.
—¿Qué dicen de este versículo?.
—Leelo. —a Farik le toca dar el devocional en la iglesia y ya tiene que ir viendo que dice.
—Esta bueno, hay que ver que predica mamá.
—No se vale consultar.
—Buenas.
—¿Cómo les fue?.
—Bien, ¿ustedes?.
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