Mirkov sentía que le observaban, sin embargo, no podría decir desde dónde o si era solo su mente jugándole una mala pasada. Intentó calmarse y hacer de la ruta que conducía una entramada por si le seguían, pudiera perder a quien fuera de esa manera, pero aún cuando se movió rápidamente, no pudo sentirse cómodo. Al llegar a la torre Burgoz, el hombre bajó del auto, aparentando alma, subió en el elevador hasta los sótanos desde el aparcamiento. Al llegar allí, había bastante personal de aquí para allá dándole los toques finales a las instalaciones. Se sintió orgulloso de ser parte de una compañía tan responsable y cumplidora. Entre un pequeño grupo de personas vio a Delilah de pie allí dirigiendo el trabajo de los obreros. De inmediato se sorprendió, pues creyó que estaría de vacaciones