El día estaba más frío de lo usual, lo que indicaba que el invierno había comenzado, y Mirkov intentaba calentar sus manos con el aliento de su boca mientras esperaba fuera de un edificio bastante alejado de su residencia, uno de clase media en los que jamás había entrado. Esperaba por la persona que le enseñaría el pequeño apartamento que quería rentar con rapidez, estaba dispuesto a pagar en efectivo, no quería esperar mucho más tiempo, ya que sería sospechoso que no llegara a trabajar a la hora. Había vivido un atentado sin saberlo, ese detalle no se le iba a escapar fácilmente de la cabeza, sin embargo, por el momento no podía hacer más que intentar proteger a Sergio hasta que mejorara y pudiera contar su versión de los hechos. Pasados cinco minutos, observó a un hombre de aspecto