Pov Ciro Le pedí al mayordomo de la casa que en cuanto Ciro llegará me avisará de inmediato. Cuando él llegó rápidamente baje las escaleras para encontrarlo en la entrada. La mirada que me dirigió bien valió la pena, sus hermosos ojos verdes brillaron y una sonrisa discreta apareció en su rostro. - Hola – lo saludé quedando a unos centímetros de él, pero sin tocarlo. - Te ves diferente – me observaba de arriba a abajo – me gusta – esbozó una sonrisa acariciando mi cabello y acomodándolo por detrás de mi oreja. Lo invité a caminar al jardín y él acepto gustoso, no sin antes quitarse el saco para quedar solo en camisa, mientras caminábamos se iba arremangando las mangas hasta quedar a la altura de sus codos, ese movimiento lo hacía ver muy sexy, lo observé con detenimiento, él se de