Pov Karla Los días siguientes después del incidente del restaurante Ciro no regreso a casa, seguía asistiendo a la oficina como de costumbre, nos hablábamos solo para lo estrictamente necesario. Evitaba tener cualquier contacto con él. Estaba furiosa con él, pero más conmigo por haber pensado que podría amarme, soy una tonta, me maldije. Le había prometido a mi madre que si me lastimaba me alejaría y pensaba cumplirlo, por ahora tenía otras cosas en qué pensar y, aunque doliera seguiría siendo mi jefe. Al fin de cuentas por experiencia sé que el dolor no dura para siempre, en unos meses estaré mejor. Resoplé. Estaba imprimiendo las copias de los contratos de los nuevos empleados cuando mi celular vibro, era un mensaje de Demián, “Hola Karla ¿Cómo estás?, la última vez me comen