Clara Mis manos descansan en la parte de atrás de su cuello, puedo sentir el rose de sus cabellos contra mi mano, mi cintura se encuentra aprisionada por sus brazos mientras nos movemos al ritmo del vals. Sus ojos se mantienen en los míos, brillantes mientras me observa con una sonrisa en su rostro. — ¿Qué ocurre? - entrecierro mis ojos esperando entender que piensan. — Trato de entender cómo alguien puede verse, angelical y jodidamente demoníaca a la vez - se aleja y me hace girar para volver a tomarme. — ¿Me veo angelical? - ladeo el rostro divertida. — Sí, pareces una nena inocente, tranquila, como toda una princesita, pero… - carraspea y acerca su boca a mi oreja - Cuando te quedas viendo, te das cuenta del ligero en tu pierna desnuda - su aliento rozó mi cuello - La forma