En otra vida

Epílogo.

6 meses después.

¿Qué es el Amor?

 El amor es una niebla que quema

 con la primera luz del día

de la realidad.

Charles Bukowski.

A punto de cumplir seis meses de la última vez que Nicholas y yo estuvimos juntos, mi vida se normalizaba. Veía la presión que sentía Elijah al no atraparlo aquella tarde, sin embargo, poseía el presentimiento que no sabríamos de él. Estaba a pocos días de cerrar por completo el capítulo que había sido Nicholas en mi vida, pues los papeles del divorcio quedarán listos y nada me uniría a él. Fue un largo proceso, pero agradecí no haber estado sola lidiando con todo esto. Acudir a los juzgados o bien a la comisaría para más interrogatorios. Victoria y Sarah estuvieron a mi lado, además que mi madre agilizo los trámites. Logre crear ese equilibrio que tanto necesitaba. Ahora gozaba de paz y entendía que el mejor estado es la tranquilidad. Decidí compartir toda esa paz y serenidad a lado de Elijah logrando que cualquier otra cosa parecía incorrecta.

Tantas cosas que encontraban su solución, poco a poco me encontraba la luz, profesional, física, emocional, cualquier aspecto en mi vida tomaba su justo lugar. Mantuve el departamento ahora siendo un espacio para Victoria y para mí, como debió ser desde el principio. No trato de olvidar lo que pasó con Nicholas, pero pienso que a veces nosotros mismos nos ponemos en situaciones límite.

¿Maca? –preguntó Elijah -¿Estás bien? –Mostraba líneas de preocupación en su rostro al ver el sobre amarillo en el suelo de mi apartamento.

Aún no podía relajarse por completo sabiendo que Nicholas y Anthony seguían libres, no solía decir nada pero notaba su inquietud por la posibilidad que alguno de ellos se acercara de nuevo a mí. 

Tranquilo amor, es información sobre una historia que sigo. –mentí. –Johnny, el fotógrafo me dijo que dejaría las fotos. –coloque el sobre en la isla de la cocina.

¡Genial! – se relajó tomándome en sus brazos. -¿Qué tan peligrosa es la historia? – indagó.

Las buenas historias siempre lo son. –me reí. Plantandole un beso en la mejilla.

Se cuidadosa, Nancy Drew. –bromeó. –En serio Macarena, ten cuidado, ya me acostumbré a tenerte en mi vida.

Lo haré, no te preocupes. –prometí. 

Lo cierto era que no podíamos estar en mejor momento. Había oído sobre la existencia de abrazos que lograban restaurar tu alma, pero me mantenía escéptica ante ello, sin embargo, estar así, en los brazos de Elijah me llenaba de paz, fuerza y vida. Eran cálidos como su piel, intensos como el brillo en sus ojos y fuertes al igual que su espíritu. Me sentía en un sueño a su lado, pero nos manteníamos firmes al suelo los dos. 

Bueno, aunque disfruto demasiado estar a tu lado, es tarde y ambos tenemos que madrugar. –agregue separándome de sus brazos.

¡Aguafiestas! –Jugueteaba. –Pero tienes razón, dejo que descanses. –Beso mi frente.- ¿Si te quedas conmigo esta noche? -Tomo mi barbilla besando mis labios, lento y profundo. 

Disfrute de cada caricia y cómo aumentamos la intensidad de nuestros besos. sus manos recorrieron mi espalda acercándome más hacia él. Sus labios plantaron besus juguetones por mi cuello, logrando erizar todo mi cuerpo. Con la respiración estaba agitada trataba de enlazar palabras. 

Mañana nos vemos para el estreno de la obra de Sarah a las 7:00 p.m. ¿Si podrás? -solté en un susurro.

¡Por supuesto! Paso por ti y Victoria a esa hora. -Respondió sin soltarme ni dejar de besarme. 

Nos vemos mañana. -me separé viendo sus pupilas dilatarse y su pecho subir y bajar con fuerza.- Descansa. –Lo guié hasta la puerta aun con sus oposiciones. 

Descansa Macarena. –beso mis labios antes de cerrar la puerta.

Eran las noches placenteras, algo tan simple se volvía extraordinario. Tal vez, después de todo tenía razón y el verdadero amor es paz y armonía.

Camine por el apartamento, Victoria llegaría tarde esta noche, al parecer el proyecto en el que trabajaba le estaba dando problemas, pero sabía que ella encontraría la manera de solucionarlo, siempre lo hacía y pasar tiempo con su nuevo colega era el pilón que necesitaba.

Fui quitándome la ropa para darme una ducha relajante antes de ir a dormir. Era un verano caluroso, me encontraba tomando baños muy seguido, tenía que pensar en la factura del agua pero era la única forma de sobrevivir a este clima.

Prepare la bañera, colocando un poco de incienso y música. Tomaría una copa de vino para hacer el momento perfecto. Al llegar a la cocina, vi el sobre amarillo en la mesa. Lo había olvidado. Lo tomé junto a la botella de vino   y la copa.

El agua estaba en su punto, llené la copa y me deslicé dentro de la tina. Jugué un poco antes de abrir el sobre. Le había mentido a Elijah acerca del mismo, sin embargo, no sabía lo que contenía o quien lo enviaba. Decidí abrirlo y responder a las preguntas que daban vueltas por mi cabeza. 

Me sorprendí, reconocí su letra. Temía lo que había escrito, pero reconocía que había esperado el momento. La última vez en que nos separamos dejamos una promesa en el viento, la cual no estaba dispuesta a cumplir. Volverlo a ver o tenerlo en mi vida ya no era opción. Parecía que todo sucedió hace tanto tiempo, inclusive me sentía ajena a esa chica. Las cosas cambian, se transforman de un momento a otro y él también lo hizo. Eso me había sucedido, ver a la Macarena de cinco años atrás, era sorprendente, pero ver a la Macarena de seis meses antes y compararla con la que soy ahora es revitalizante. Veía demasiado brillo y seguridad. Era otra.

Querida Maca, mi chica de piel morena y ojos soñadores.

Siempre me pasó por la mente la posibilidad de cambiar algo de mi pasado, tener el control de mi tiempo, pero no le vi la utilidad, no hasta ese momento en que nos conocimos. Tome cada decisión en mi vida para llegar hacia ti, me ayudaron a conectar contigo, sin embargo, todo lo que hice tuvo un final inesperado, pues logré encontrar a la mujer de mi vida en el tiempo equivocado. Lo recuerdo como si fuera ayer, ese día en el que cruzamos miradas, llenos de energía; ese momento donde tomamos nuestras manos, estuvo lleno de fuegos artificiales y ese momento en que mis labios exploraron los tuyos, marcaron sin darme cuenta el cambio en mi vida. Ese momento en que te presentaste en mi vida se volvió todo para mí.

Un día te dije que te haría la mujer más feliz del mundo, era cierto, aun cuando me engañaba a mí, diciéndome que eras parte de mi plan. Día a día me fui enamorando más de ti, de tu fuerza, tu honestidad, tu coraje, pero sobre todo de tu manera de ver el mundo. Tal vez al final, la idea de poder cambiar el pasado, sonaba un poco más atractiva. 

Te amé Macarena, me encantaría poder mentirte y decirte que no lo hago aún, sin embargo, ruego por poder verte aunque sea una última vez. Si pudiera volver al pasado, cambiaría todo, menos el momento en que entraste a mi vida, poder elegir siempre a ti, una y mil veces, una y mil vidas aunque de ellas dependiera mi vida. Si no pudieran tener algo de sentido mis deseos, lo justificó diciendo que eres más de lo que un simple hombre puede merecer. No importa el tiempo que pase, ni lo que  ocurra, tú siempre serás mi amada, siempre serás tú la mujer de mi vida y si volviera a nacer te elegiría a ti, ya que tuyo es mi corazón y mi vida entera. 

La manera en que me apoyaste, y miraste a mis ojos diciéndome que me amabas es lo que añoro, quisiera esos días de vuelta y poder decirte cuanto es que yo a ti te amo, no obstante, ahora peno por un amor que me propuse perder y la historia que termine contigo. 

Me consuela saber que ninguna historia de amor será similar a esta que vivimos, ya que los actores serán diferentes, tal vez más listos, valientes y honestos, tal vez ellos sabrán lo que es tener a una mujer cuyo amor es incondicional y que te apoyará en todos los momentos de tu vida, pero sobre todo en aquellos en los que no encuentres consuelo, así como tú siempre lo hiciste conmigo, sin rendirte, aun en las peores circunstancias, tú no te rendias…

Ahora me basta saber que sonreirás y que serás feliz, me alcanzará saber que tus ojos recuperaron el brillo inigualable que eran capaz de quitarle el aliento a cualquier mortal, que ese amor que llegaste sentir por mi logrará hacer que me perdones por todo el daño que te cause, la miseria y los años en que fue el dolor profundo en tu vida.

Gozaba de todo para darte, pero lo más importante, ese corazón honesto que merecías no siempre estuvo ahí para ti, debí luchar por compartir ilusiones, proyectos y cumplir mi promesa de amarnos toda una vida.

Por ahora lo único que deseo es que la vida te de alegrías, por todos los años que te las quite, como aquel día que decidiste quitarle la sed a mi cuerpo plantando la vida en ese beso y sellaste esta sublime historia de amor. Ahora me jacto de saber tantas cosas que antes ignoraba. No era consciente y es tarde. Esta, nuestra historia a llegado a su final, tal vez prolonga el momento del punto final, pero quiero apreciar por un instante, esa nada que para mí significó la totalidad de mi vida, cambiando mis planes, sin esperarlo, casi como un milagro, en un cita improvisada, compartiendo una cena cualquiera, en un punto del universo, mis ojos se vieron invadidos por la pureza de tu mirada y mi piel recibió el mensaje de tu piel… y así de repente, de no ser nada, de no tener el mínimo indicio de tu existencia, te apareciste en mi vida he inundaste mis sentidos con todas su rarezas y así con cada mirada, con cada respiro del aire que envolvía nuestros cuerpos, te fuiste transformando en un nombre y una imagen que me negaba a aceptar, era la pieza faltante en mi existencia. No éramos nada, pero como una tempestad, tu espíritu juguetón comenzó a ser escarnio de mi timidez y con cada punzada de tus encantos, mi corazón se estremecía acelerando el torrente vital que me recorría con un abrasador calor de pies a cabeza, me estaba volviendo adicto a tenerte en mi vida, y terminaría por arruinar los planes que ya poseía. 

Estaba por llegar el día de nuestro aniversario, donde tendría que dejarte ir y sin darme cuenta me carcomía por dentro el abandonarte. Creo que tú notabas que algo sucedía, pero siempre buscabas la manera de alejarme de mi oscuridad. La complicidad de nuestras miradas, buscaba revelarte todo mi plan e idear la manera de escapar del agujero n***o en el que me encontraba. Tome la decisión de alejarte de mí oscuridad, instalándome en un desierto gélido de desesperanza y almas rotas. Yo también me quebraba al dejarte, fui responsable de nuestro penar. Admitiré que penaré por los recuerdos de aquellos días donde tu brillo iluminaba mi vida.

Saldremos de esta burbuja en la que planeaba mantenernos, continuaremos nuestros caminos por rumbos distintos, yo volveré a ese desierto gélido donde me encontraste y no me malinterpretes, no pretendo que sientas lástima por mí, sin embargo, pase todos estos años callando mis sentimientos por ti, que ahora me veo en la necesidad de soltarlo todo. Darle la libertad a todo lo que mi alma deseaba decirte desde el primer segundo que nos conocimos. Ame la manera directa, sin miedo y abierta en la que te volviste a presentar a mi vida, debí corresponder con esa misma valentía, no obstante, yo había comprendido algo que tú no hacías aún,  llegaría de nuevo el día de separarnos, pero esta vez sería definitiva y mi corazón no lo resistiría. Pues Maca, tu alma ya no me pertenecía.

Maca tú ya no me amabas más, llegaste de nuevo a mí, por tu necesidad de respuestas, por esa curiosidad que tanto me hizo amarte. Tu corazón ya se encontraba en otros brazos, y tu alma había renacido con el brillo y calor de otra alma. Lo pude comprender cuando conocí el rostro del hombre que logró apartarte de mi lado. Tuve que soltarte, por primera vez debía hacer lo correcto y dejarte ir. 

Créeme cuando te digo que eres la mujer más importante en mi vida, por tal motivo, mereces lo mejor, alguien que sepa corresponder el brillo y magia que desprendes con cada mirada, toque de tu piel y con la dulzura de tus labios.

Estoy listo para decirte adiós, para aceptar las consecuencias de mis actos, pero además estoy listo para verte feliz, aun cuando no sea a mi lado. Tengo la esperanza que sea en otra vida, que nuestras almas se encuentren, y puedan amarse sin miedos, ni tormentos. En otra vida, donde lo único importante sea tenerte a mi lado.

Te amo y siempre te amaré.

Nicholas Russell.

Leí cada una de las palabras con especial detenimiento, no mentiré, leí la carta tantas veces antes de lograr comprender que todo había llegado a su fin. Las lágrimas rodaban por mis mejillas sin poder detenerlas, tenía una mezcla de emociones y sentimientos que provocan esa avalancha de agua salada. La luz se extendió por mi mente al darme cuenta que hacía tiempo que yo estaba lista, pero me negaba a aceptarlo, que me había soltado del recuerdo de Nicholas. La revelación, me hizo liberar todo el aire que estaba reteniendo, sin miedo y llena de seguridad podía decirle adiós a Nicholas. Ahora comenzaba un nuevo capítulo en mi vida, la paz y tranquilidad eran prioridad para mi alma, sé que habrían altibajos, pero había aceptado la fuerza y valentía que creí perder algún tiempo. Pensaba en mi presente, alejada de mi pasado y sin enfocarme en mi otra vida. 

Me encontraba gozando de esa existencia de manera consciente, nada estaba escrito aún, pero tenía el control sobre mi historia.

Resucitar el corazón

Entre las ruinas

Y comulgar con el mismo destino

Zoe  -Renacer.

Fin.