Los caballos mantuvieron un trote veloz, pero no se comparaban a Bruno yendo como el viento al cabalgar. De pronto se manifestó un gran torbellino de arena, intenté detenerlo pero él saltó me di cuenta que al atravesarlo sólo percibí un cierto vacío en el abdomen. Del otro lado dimos a lo que parecía ser el surgimiento de una batalla, reconocí a los soldados de rojiza armadura encararse por montones contra el Ejército Dorado del Alba.
Bruno se abrió paso, una energía descomunal lo permitía, todos aquellos que estuvieran en su paso salían despedidos. Miré al frente luego de andar entre las filas de los soldados que ya batallaban, una mujer que con poderes de hechicera combatía contra Jon.
Detuve al caballo y esa misma energía parecía volverse un muro al frente que impedía que cualquiera
