Paola se muestra impaciente al ver que su padre está igual que ella y que su madre está visiblemente tranquila, ella se intenta mover pero es evidente que no lo ha conseguido, se estremece de los pies a la cabeza al ver que es imposible moverse por sí sola, se siente desconsolada y llora de impotencia al ver que nada le sale como quiere, las cosas han cambiado tanto que le da miedo comprobar que nada es como ella quería no acepta el abrazo de su padre y menos el consuelo que le ofrece Antonia, está tan alterada que se mueve tanto hasta conseguir soltar su agarre tomandolos por sorpresa cuando aparece el equipo médico quienes logran sujetarla con fuerza hasta lograr inyectarle algún calmante y conseguir el efecto deseado mientras Paolo coloca la mano sobre la cintura para guiarla a salir de