-Deja el sarcasmo - habla impaciente acercándose a él deseando tener la misma seguridad que proyecta - mi marido eres tú y lo sabes - le acomoda la corbata - estuve mirando esta mañana los papeles de nuestro matrimonio y - toma aire - todo está en orden - se refiere a la firma con su apellido de pila cosa que desconcierta al magnate.
-No lo creo, si te casaste con Piero y nunca lo anularon - se aleja de ella deseando no demostrarle tanto pero le sale de manera automática - tu y yo no somos más que un par de conocidos que compartieron cama un tiempo - ella niega con dolor tras escuchar la forma tan fría en que se refiere a su matrimonio pues ella lo considera de esa forma aunque no exista un vínculo como él quiere.
-Deja de ser así, tú sabes que eres mi marido y yo soy tu mujer - aparece la recepcionista indicándonos por donde ir cosa que él agradece pues empezaba a hartarse de la forma en que Antonia comenzaba a envolverlo.
-Paolo - saluda él litigante - señora Lizardi - extiende su mano para saludarla en lo que ella frunce el ceño detestando el no haber cambiado su apellido públicamente pues ahora ve las consecuencias de seguir con el apellido de su ex marido además de estar harta de corregir a los que se empeñan en asociarla con aquel hombre que muy a su pesar es una carga con la que debe lidiar.
-Antonia de Giordano - corrige, él litigante asiente - empecemos - toma aire y se sientan mientras Paolo se muestra sorprendido de que ella se empeñe en usar su apellido ahora pues le parece ilogico después de que no hubiera querido usarlo al comienzo de su matrimonio.
Luego de un rato en donde Antonia puso al tanto de la situación al jurista y a su marido con referencia a las amenazas de su exmarido entran a revisar que efectivamente ese primer matrimonio fue absuelto hace años y por eso se pudieron casar Paolo y Antonia, también que ella nunca se casó con Piero por la iglesia otro punto a favor para ella, el inconveniente es la custodia de Paola pues la palabra de Antonia no basta legalmente hablando, se debe demostrar pues en el tiempo en que fue engendrada Antoniia y Piero vivían como pareja teniendo la unión conyugal vigente en ese entonces, en ese orden de ideas Piero esta esta en todo su derecho de reclamarla como su hija cosa que a Paolo no le hace gracia pues eso confirma lo que se temía y eso es que debe someter a una humillación a su hija solo para comprobar sí biológicamente hablando es su hija, eso es algo que hace que de cierta forma se aleje mucho más de Antonia ya que puede perdonar muchas cosas pero no una humillación de esa clase a su niña, Paola es la niña de sus ojos y todo lo que suceda con ella le afecta de una forma en que daría todo lo que tiene solo para evitarle semejante humillación.
-Será difícil - dice el jurista captando la atención de Paolo quien estaba sumergido en sus pensamientos - Antonia ¿estás segura de qué Paola es una Giordano? - inquiere mientras Paolo se cruza de brazos caminando de un lado a otro en la oficina.
-Si, lo estoy... aunque le fui infiel una de las causales que me motivaron a hacerlo - hace una pausa y mira a su marido quien se detiene a observarla - es que entre nosotros ya no había intimidad - confiesa con la intención de que su esposo le crea, de poder convencerlo de que su palabra es la verdad aunque a él ya eso no le baste.
-Bien, entonces vamos a acudir al llamado del juzgado - ellos asienten con cierta incomodidad - darles lo que piden, si es una Giordano no hay problema en hacer el ADN y demostrar con hechos la realidad, en cuanto a su divorcio - la cara de Antonia es un poema - Antonia yo voy a representar a Paolo en cuanto terminemos este proceso legal, pues es solo demostrar la verdad y enseguida tomare su caso para la solicitud del divorcio con lo cual tú deberás contratar a otro abogado por obvias razones.
-¿Tu te quieres divorciar de mi? - se levanta de su silla mirándolo fijamente de una forma acusadora deseando que la tierra se la trague ante lo inminente del asunto ya que no creía que él fuera capaz de algo como eso, pues siempre creyó que estaría tras de ella.
-Los dejo solos - sale el abogado, Paolo piensa en cómo comenzar la conversación ya que sin duda es un tema harto para él pero es lo que quiere.
-Si eso quiero - responde fríamente - no puedo estar con una mujer que ya no me ama, en realidad creo que solo había pasión entre nosotros, nunca te sentí enamorada de mi… - se cruza de brazos - vamos no hagas esa cara Antonia, tu te volviste un robot - ella le mira asombrada por tal descripción - y prueba de eso es que anoche te desnudaste sin sentir deseo porque pensaste que estaba enojado por falta de sexo - ella levanta la mano y le da una cachetada al sentirse severamente humillada.
-No soy una vagabunda para hacer las cosas como las insinúas - él sonríe llevando la mano a donde le pego mirándola con descaro pues para este punto se siente tan desilusionado que no le importa en absoluto lo que pueda pasar pues está resuelto a no seguir con esa farsa de matrimonio - no digas las cosas como no son, yo te amo y lo sabes - Paolo niega.
-No, no lo sé... la mujer de quien me enamore parece que solo quería sexo, nunca habías tenido un orgasmo - Antonia vuelve a levantar la mano para pegarle pero él la detiene obligandola a bajarla - ni se te ocurra - la mira amenazante - volviendo al tema, por eso te gusto estar conmigo porque yo si te di y muchos - su mirada oscurece mirandola de una forma en que ella le fulmina con la mirada ante la impotencia que siente de no poder pegarle como desea - todo indica que tu amante es quien te complace ahora por eso ya no me necesitas - eso les duele a los dos quienes no dejan de mirarse como si de la peor de las guerras se tratase y de cierta forma así lo es.
-Deja de hablar así - toma su mano - no tengo amante, no lo he tenido desde que te conocí... eres él único a quien amo y me he entre... - no termina la frase pues se da cuenta de que a Juan Pablo también se le entregó por amor con lo cual terminar la frase significaría decir una mentira y no está dispuesta a hacerlo, pues está harta de decir lo que quieren que ella diga más no lo que en verdad siente.
-Me gustabas más cuando no te contenías para decir lo que piensas - resopla sabiendo o intentando captar lo que estaba por decirle y sus pensamientos - ¿Quién es él tipo con quien te vi ayer? - se cruza de brazos.
-Eso no tiene nada que ver - baja la mirada avergonzada pues hablarle de Juan Pablo sería tener que hablar de esa parte de su pasado que muy pocas personas conocen y aún no está preparada para hacerlo - yo solo te amo a ti, solo te deseo a ti - afirma negándose a decir nada más sintiendo que sí lo hace estaría violando su propia intimidad.
-Mentirosa, otra de tus cualidades que desconocía - Antonia se cruza de brazos de manera hostil mientras Paolo la mira detenidamente formando puños con sus manos ante las frustración que siente a causa de la falta de respuestas - si fuera verdad lo que me dices te hubieras defendido ayer, no hubieras permitido que te tratará como lo hice porque hasta yo sé que se me fue la mano contigo - la acusa.
-¿Qué quieres que te diga? - se cruza de brazos sintiendo que pierde su fuerza ante la forma en que su marido la está mirando sintiendo deseos de ponerse a llorar y contarle por fin todas sus penas y miedos.
-La verdad, empecemos por el ¿por qué nunca usas tu verdadero apellido - se miran fijamente - el Rossi? - ella palideció al escuchar su apellido paterno.
-No lo uso porque el Lizardi es una marca, cuando me case con Piero empezaba a ver las cosas de mi empresa - hace una pausa - él me convenció para registrar la marca como "Casa Antonia Lizardi" estaba enamorada y creía que era conveniente - humedece sus labios - pasaron los años y la marca empezó a tomar fuerza y credibilidad, luego me divorcié, tu lo sabes - toma aire - no podía cambiar el nombre de la empresa cuando ya tenía todo andando, relaciones comerciales, proveedores clientes facturas la nómina, todo lo que conlleva una empresa de años...
-Paolo - ladea la cabeza sintiendo ganas de llorar - no es así, tú eres uno de los hombres más importantes para mi - él pone los ojos en blanco - no te voy a mentir antes de ti hubieron más personas. Si Paolo incluso antes de Piero, sí, tú eres en teoría mi tercer marido - Paolo se muestra sorprendido pues siempre creyó que su mujer solo había estado antes con él actor.
-¿Por qué en teoría, acaso te obligaron? - se muestra preocupado dejando de lado su orgullo para saber más sobre el pasado de su mujer, todo de ella le importa y no puede ni quiere negarlo.
-Eso lo puedo entender, pero ¿por qué nunca hiciste saber que en dado caso tu apellido de casada es Giordano? siempre le diste más importancia al apellido de tu ex marido y ¿yo que? - la presiona para conseguir respuestas.
Antonia suspira pues sabe por la forma en que su marido la está mirando que ha llegado el momento de la verdad, sí esa es la forma en que puede hacer que Paolo no la deje pues la va a utilizar ya que no se halla sin él y sinceramente tampoco con nadie más, es su marido y está dispuesta a hablar de su pasado sí eso significa que pueda darle una oportunidad.