Al día siguiente Antonia quien a decir verdad no ha dormido como quería pues pensar en todos sus problemas no le han facilitado las cosas, vuelve a hacer su rutina no sin antes ver si tal vez su marido le ha respondido el mensaje, guarda esa esperanza pues se rehúsa a creer que Paolo ya no la quiere y que todo está perdido a su manera de ver aún hay esperanza de recuperar el amor de su marido, desilusionada se ocupa del desayuno y luego prepara a su hija para ir al colegio tal como lo había hecho en los días anteriores, nerviosa mira su calendario y es el día marcado para ir a recibir los resultados del ADN de Paola con Piero y Paolo, suspira con pesadez pues aunque conoce muy bien los resultados no deja de sentirse cruelmente humillada pues aunque se han hecho las cosas de manera confiden