Matías.
Antes de caer la noche, nos despedimos para que Noemí valla a su casa.
-Tu tío sabe, ¿Porque no te quedas? - necesito sentirla cerca.
-No tenemos la suerte, Matías. Una cosa es que lo sepa e imagine lo que pasa. Otra diferente es decirle que dormimos juntos.
-Todas la parejas lo hacen. No entiendo el misterio, cariño- de verdad me causa curiosidad su respuesta.
-Son una manga de celosos. Quedate tranquilo que ya vamos a poder dormir juntos. Te lo prometo.
Me da un último beso y se marcha.
Me acuesto a descansar con su olor emanando de mi almohada y caigo profundo.
Lunes, nuevo día y nuevas cosas para hacer.
Noemí esta de camino a la Universidad y yo a la oficina.
'Buen día, cariño. Espero tengas linda jornada. Te veo luego del medio día. ' Le escribo un mensaje como siempre.
'Buenos días para ti también. Si mi tío se pode denso mandalo a dormir. Nos vemos luego, cariño. ' No tarda en responder y yo tampoco.
'No puedo hacer eso. Me patearia las pelotas. Te quiero. ' La última parte pienso en borrarla. La borro, la escribo nuevamente y la vuelvo a escribir antes de darle enviar. No quiero que salga corriendo al primer Te quiero.
Entro a la oficina tranquilo y me interno en la computadora hasta que veo a Mauricio entrar.
-¿Me podrías traer dos café y desocupar la oficina un momento, por favor?- le hablo a una de mis ayudantes.
-Si claro. En un momento.
Ella sale a hacer lo suyo. Pienso que cuando Naomí y Alfonsina se reciban, podemos ser solo nosotros tres en la oficina. Ellas son lo suficientemente capaces y dudo que sea necesario tener 5 personas para esto.
-Buen día, Matías. - me saluda su tío.
-Buen día Mauricio. Siéntese si quiere- le ofrezco.
-Evita tratarme como a un viejo. No creo que nos llevemos tantos años. ¿Cuantos tienes?
-33 en un par de semana. - contestó seguro.
-Yo 45 en un par de meses, asique nada de usted ni señor. Gracias. Por otro lado tengo buenas nuevas.
Me rio un poco de su actitud. Mi intención no es tratarlo de viejo, sino con respeto, pero el parece seguro de lo que hace.
-Te escucho- me inclino hacia adelante cuando el toma un par de documentos.
-Muchas de las chicas pasaron por lo mismo que ustedes. No va a ser fácil, pero no tengo miedo. Ya estuve en líos con delincuentes. Este mequetrefe no es nada. - levanta sus hombros sin darle importancia.- Logré que 20 de las 24 pueda presentar la denuncia si las represento. Lo dudaron por el tema costos, pero eso es lo de menos.
-Puedo cubrirlo, creo. - Le aclaro.
-Vamos a aclarar esto un momento. No te estoy pidiendo que me des nada Matías. Lo hago porque se metieron con alguien de mi familia y eso no se queda así. ¿estamos claros?- su expresión parece ofendida.
-Si. Solo que no es necesario que hagas los gastos solo. Puedo ayudarte y quiero hacerlo.
-Ok. Testarudo, el hombre. - niega- Sigo. En un rato salgo a Las Vegas para pedir el tribunal y presentar las denuncias y la evidencia. Tengo los testimonios de los dos, Noemí firmó el suyo. Este lo firmas tu- me extiende un papel y un boligrafo- Voy a evitar reunirme con ese desgraciado, porque es probable que me coma alguna que otra hora en el calabozo por golpearlo.
Parece que en modo abogado es más conversador, pero lo dejo ser.
-Bien. - guarda el documento. - Nos vemos en un par de horas. Puedo suponer que van a aprovechar mi ausencia para estar pegados, solo háganlo en casa para compartir los descubrimientos y eviten estar en paños menores cuando llegue- piensa un momento- Eso es todo. Hasta luego.
-Hasta luego- es lo que atino a decir antes de que se desaparezca por completo.
Deja bastante en claro que sabía donde estaba su sobrina ayer y se fue muy tranquilo. Es raro.
Luego del medio día llegan las chicas y comienzan su jornada. Sus tareas son diversas, pero siempre se mantienen atentas y ágiles.
Aprovecho que veo a Noemí ir por café y la sigo para besarla.
-Hola, tu- me dice sonrojada.
-Hola, tu también. - Le robo otro beso. - Te extrañé.
-Yo también. Terminemos rápido para irnos a tu casa. - me dice.
-Tu tío nos quiere en la tuya cuando vuelva, asique a la tuya tiene que ser- aclaró.
-Ok. Nos vamos juntos y le dejo mi auto a Alfon.
-Bien- le robo otro beso un pico más largo antes de irme. - Te quiero.
No la dejo responder. Solo me marcho
Las horas vuelan mientras estamos cada uno en lo suyo y llega la hora de ir a su casa. Nos montamos en mi coche y abrochamos nuestros cinturones.
-No me dejaste contestar. - me dice viendo mi perfil
-¿Qué cosa?- me perdí un poco con la jornada.
-Que también te quiero, Matías.- se estira y deja un beso en mi mejilla.
-Yo te quiero mas- beso sus nudillos y sigo conduciendo.
Al llegar abre la puerta de su casa y la sigo. Al estar adentro nos besamos como si no hubiéramos estado juntos en días.
No quiero arriesgarme a que llegue su tío y nos encuentre en estas, pero parece que Noemí no piensa igual. Me guía a su cuarto y pronto nos encontramos fundidos en el cuerpo del otro dejando que la pasion, el deseo y el cariño hagan estragos en nosotros hasta dejarnos ir en un orgasmo delicioso.
El olor a café se cuela por debajo de la puerta y sabemos que Mauricio está aquí.
Entre sonrisas cómplices, entramos al baño a higienizarnos, nos vestimos en el cuarto y tomados de las manos nos dirigimos a la cocina.
Mauricio se encuentra con los ojos en la taza entre sus manos mientras sirve dos más.
-Menos mal que no vienen en paños menores. Sería penoso- nos ve a los ojos haciendo una mueca- lástima que no pueden ser honestos ni con su abogado. Pero ¿saben que? Ya los descubrí- sentencia en tono firme.