Noemí.
Sus ojos me hablan y parecen dolidos.
-Matías ¿porque sugieres eso?- trato de suavizar mi tono.
-Porque no hay opciones. O hablamos con Mauricio o seguimos adelante- levanta sus manos demostrando lo obvio.
No puedo hablar por un momento porque mis palabras hallaron lejos de mi. Tapó mi cara y tiro de mi pelo frustrada. Respiro. Recupero la compostura y las palabras.
-Voy a seguir buscando. No podemos hacer ninguna de esas dos cosas. Tal vez lo máximo sería hablar con mi tío. Él puede al menos divorciarnos.
-¿Tan malo sería ser mi esposa?- sus ojos muestran dolor- ¿Porque? ¿Es porque soy un don nadie?
Sus palabras calan hondo en mi. Ya veo que escuchó toda la discusión con mi padre y eso se le grabó a fuego. Busco las palabras para tratar de que esto no nos haga distanciarnos más de lo que ya nos encontramos.
-No es eso. A mi no me importa quien eres en este mundo, solo lo que eres para mí. Solo siento que no es la manera correcta de hacer las cosas. - justifico.
-Lo podemos cambiar, si estas dispuesta- sus ojos brillan mientras habla y yo quiero tirarme de un puente.
-Déjame pensarlo. ¿si?- tomo sus manos y me despido en medio de la calle- Me voy a descansar. Nos vemos mañana.
No lo dejo hablar, solo me giro y camino a casa. Las lágrimas de impotencia corren por mis mejillas mientras escucho música en los auriculares inalambricos que siempre llevo en mi cartera. En algún momento logro llegar a casa. Estoy realmente agotada.
La puerta suena y mi mejor amiga entra feliz. Felicidad que se evapora al verme.
-Noe, ¿porque estas así?- corre a abrazarme y yo largo todo lo que siento.
Nos mantenemos así por un rato. Mi mente no sabe que me hace sentirme así. Tal vez sea la impunidad de ese tipo, el saber que me casé con una persona que apenas conozco y que a demás es el maldito socio de mi padre y no puedo solucionarlo.
-¿Qué puedo hacer por ti, amiga? Por favor. No puedo verte así Noe.
Mi mente traza posibilidades. Existe la posibilidad de que modifique todo el final de lo que pasó y pueda pedirle ayuda a su padre. Decido que es buena estrategia y que debemos modificar las grabaciones que tenemos.
-Matías y yo fuimos drogados en nuestro viaje a Las Vegas y nadie quiere hacer nada contra ese tipo porque es un abogado muy importante. -es lo que comento.
-Dime que estás jodiendo conmigo- pregunta a la vez que echa su cuerpo hacia atrás.
-No podría molestarte con algo así, Alfon- miró mis manos sabiendo que solo es una parte de la verdad.
-¿Porque no me dijiste nada?
-Porque no quería involucrarte. Ahora sabes, porque Matías dijo que eras su hermana frente a ese tipo.
-¿Me estas queriendo decir que ese hombre es Dublin?
-Si, Alfon. Y lo peor es que trabaja en la firma que representa a Holt y no pueden sacarlo sin pruebas.
Se para de golpe y me mira.
-Pasó algo más que fingir entre tu y Matías, ¿cierto?- yo sigo con mi vista en mis manos- Contestame porque si no se todo no puedo ayudarte, Noemí.
Si ella o el tío Mauricio ven, aunque sea una parte de las grabaciones, se va a enterar que esa noche nos besamos, nos besamos y mucho.
-Nos besamos esa noche durante horas y amanecimos juntos- le confirmo.
-Y puedo suponer que siguen juntos y no quieres que nadie sepa. - cruza sus brazos a la espera de la respuesta.
-Sip- contestó con los ojos aún abajo.
-No confías en tu amiga ¿para decirle algo tan importante como lo es estar saliendo con alguien?- su voz es dolida- ¿Porque Noemí?
-Porque no es importante y no quiero que nadie sepa de esto- las lágrimas corren más fuerte a la vez que la encaró.
-No es mal tipo. No te entiendo, amiga.
-Mi padre no lo aprobaría y lo sabes. - seco mis lágrimas con fuerza.
-Tío Bran nunca aprobaría a nadie, pero querría verte feliz.
-No importa. Ni siquiera se si quiero intentarlo. Solo quiero acabar a ese tipo.
-¿Porque continuaron si no te importa?- la duda retumba en su pregunta y en mi mente.
Porque nos casamos y me encanta estar con él, pienso.
-Solo disfrutamos el momento- contestó en voz alta.
-Creo que es más que eso y aún no estas preparada para reconocerlo. Hay que hablar con Mauricio para que los ayude a denunciar a ese tipo. - decreta.
-Esta bien, pero tiene que ser acá y mis padres no pueden saber nada.
-Existe la confidencialidad cliente-abogado, por si no sabías. Solo debes decirle que es confidencial.
Asiento en acuerdo y una de las dudas que más me ha atormentado con respecto a mi amiga y mi tío se hace presente, más que nada para cambiar el tema. No quiero seguir hablando de todo esto.
-¿Porque no le dices papá aún después de 10 años?- la miro en busca de su sinceridad.
-Puedo notar que quieres cambiar el tema, Noemí. No puedes huir de tus sentimientos.
-Ya lo sé, solo estoy genuinamente curiosa por eso- insisto.
Mira sus manos un momento mientras analiza lo que pregunté.
-Solo que siento que el no me quiere como a mis hermanos. Ellos sí son sus hijos y los ama. Yo no ocupo lugar ahí. - dice decaída.
-Eso no es cierto. Siempre dedica tiempo para ti. Eres su nena.
-No amiga, solo no quiere hacerme sentir mal a mi o a mamá. -sus ojos se llenan de lágrimas.
-Alfonsina, mi tío te ama igual que a sus propios hijos. Sino le hubiera dado lo mismo que yo hubiera pagado la U por él y sin embargo, se puso como papá lo hubiera echo.
-No lo se amiga.
-Vamos, que ambas sabemos que se aman. Corrige tu expresión.
-Esta bien- sus engranajes y su corazon se flexibilizan- hay que hablar con papa- me dice en usa sonrisa que me contagia.