6 Viejo.

1020 Words
Noemí. Logramos graduados con honores, por lo que nuestros padres están súper orgullosos de nosotras. La ansiedad de estar instaladas nos puede más de que que pensamos y todo en casa se siente como una despedida eterna. No paran de hablar de cuanto nos aman, de lo que van a extrañarnos, de lo que podemos o no hacer, pero lo soportamos porque ante la primer negativa se nos viene todo abajo. Al final Mauricio le dio toda la carrera pagada a Alfon para la Navidad y ro recibí lo mismo. En año nuevo pasamos unidos en casa de Tito, lugar que siempre se va a llamar así por el significado que tiene para nosotros. En Reyes recibimos laptop con memoria especial para trabajar y estudiar. El verano parece que vuela y cuando queremos acordar ya estamos cargando las maletas al auto para ir al aeropuerto Me despido de mis hermanos porque ellos no van. Siempre pensamos que necesitan un ancla para volver a casa y yo no puedo evitar esta de acuerdo con ellos. Pura experiencia. Camino al aeropuerto, nuestros padres y yo vamos en un auto y los tíos y Alfon vienen cerca de nosotros. No recordaba que fuera tan tedioso esperar un avión, pero logramos soportarlo. En lo que dura el vuelo, la mayor parte me dormí porque la ansiedad me mantienen despierta días enteros. Por supuesto pasé por un millón de análisis y cuando estuvieron todos los resultados bien, mi padre lloró de alivio. Ya se que llegó a recorrer el camino hasta el hospital donde me atendían de niña, para qie el se sienta seguro de que estoy bien. Al final mi amiga decidió inscribirse a dos carreras, por la mañana Inversora y por la noche contabilidad. Requiere el doble de esfuerzo, pero en ambas tiene beca porque es muy capaz asique sus padres le dieron luz verde. Yo decidí que me voy a centrar en lo mío y cuando termine veremos, porque contabilidad no me gusta. Pienso que es una carrera muy tonta para terminar dependiendo de una computadora que hace el trabajo por ti. Obviamente nunca se lo diría a mi amiga, porque eso le rompería el corazón. Cuando el avión comienza a descender, mi corazón se agita. Los nervios de vivir esto después de muchos años, son nuevos para mí. Rápido pasamos por migración y alquilamos coches para ir a la casa. La ropa de mis madres está en donde vivía Alfon con su mamá, porque hasta hace un mes, la casa estaba alquilada. Llegamos a media tarde y vemos un hombre apoyado en un auto n***o. Se lo ve entretenido con su celular y lo detallo con la mirada. Los pantalones de vestir se pegan a su cuerpo, cuerpo que se nota que sabe trabajar en un gimnasio. Su pelo nego está acomodado como quien se aburre de pelear con el y lo deja como raye. Tiene una camisa totalmente blanca pegada a ese formidable cuerpo. En su rostro puedo ver una barba corta sobresaliendo y puedo ver lo que parecen gafas. ¡Que hombre por dios! -Cierra la boca porque si ti padre te ve en 5 horas estás en casa de nuevo- me dice mamá en un susurró. -¿Viste eso, mami?- Le pregunto. -Si, y no es la gran cosa. A demás es un niño. -Justo lo que me recetó el doctor. -Es el socio te ti padre, hija. comportarte. Abro la boca atónita. Eso no puede pasar de los 28, 30 máximo y lo arruino. -El socio de papá es un viejo, mami. Tiene que tener como treinta y pico a esta altira- me da un codazo asi que supongo que hable demasiado alto. -Tiene 32, no es tan viejo- y mi alma se cae al piso cuando se acercan a saludarlo con la mano extendida. -Buenas tardes, Matías. Un gusto verte de nuevo. -Buenas tardes señora. Igualmente. -Matias, Buenas, amigo- primero se saludan entre ellos de mano y con abrazo. - deja que te presente a mi hija, Noemi. Mientras el habla yo pienso que nada es justo. Este hombre no puede ser amigo de mi padre. Él extiende su mano para saludarme, y yo hago lo mismo con la mía. Puedo jurar que en el momento que nuestras manos hicieron contacto, una corriente me recorrió todo el cuerpo. No puedo asegurar que el también lo haya sentido, pero cuando sus ojos hicieron contacto con los míos, sentí que caía en un pozo profundo y algo se removió dentro de mi. -Un gusto volver a verla, señorita Noemí. -El gusto es mio- y retiro mi mano sintiendo el calor en mi rostro y cuello. Mis tíos se presentan, Alfonsina también y se para al lado mio mientras los adultos continúan adelante para abrir la puerta. Sus piernas caminando son una invitación a seguirlo, con esas nalgas tan boluptuosas. sus pantalones se pegan aún más cuando pone sus manos en los bolsillos hablando relajado con mi padre. Miro a mi amiga y le hablo al instante. -Tu dime que viste eso Alfonsina. -¿Ese hombre?- y lo señala con el dedo por lo que le bajo la mano. -Si, ese hombre. -No me parece la gran cosa. Para poder voy a perder con alguien más tierno, es un viejo, amiga- me dice como si fuera tonta. -Yo con ese viejo puedo llegar a perder hasta la fe si me lo permite. -Ja ja ja - se ríe de mi. En verdad nunca vi un hombre tan hermoso. Esos ojos celestes, y sus labios. Oh por dios sus labios tan gruesos. Entramos mientras voy metida en mis pensamientos hasta que mi padre me habla. -Princesa, ven un momento. -Voy papi. Me pego a su costado y espero lo que tenga que decir. -En unos días tienes que acompañar a Matías a una inversión que se va a hacer en las Vegas. El te va a explicar todo, ¿si? -Esta bien, papi. -Pacense los contactos y cualquier cosa me avisas. Gracias por venir, Matías. -Fue un gusto. Nos vemos. Y yo me quiero ir con el.
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