“¡¿Cómo puede brillar?!” Exclamó al ver el secreto que escondía el vampiro. “¡Ariel! Es absurdo, tiene que ser como Owen.” “¿Como Owen? ¡¿Quién es Owen?! ¡Este es Edward! ¿Qué tiene de malo que brille?” “Ariel, los vampiros tienen que quemarse en el sol, así ha sido siempre. Pueden tener otras cosas, como controlar a las lobas, tener un hechizo de sangre que lo hace uno de los seres más poderosos, incluso poseer el control al tomar la sangre de otras criaturas, pero ¡¿brillar?!” “¡¡Sssh!! ¡Déjame seguir viendo!” Lo empujó hacia el sofá y luego recostó su cabeza en su pecho, tomó un puñado de palomitas y lo metió en la boca de él, para que guardara silencio, ya que llevaba toda la película soltando críticas, diciendo lo absurdo que era. Cuando terminó, Alejandro lo agradeció, mientras A