Cuando llegaron a casa, la señora Fendi y Annie se mostraron disgustadas por la llegada de Alejandro con Ariel, esperaban que ella realmente se hubiera marchado, pero él regresaba con ella. De inmediato, Annie llamó a su hermana para avisarle que Alejandro acudiría a esa fiesta junto con la joven mugrienta. Alejandro tomaba la mano de Ariel mientras se dirigían a su habitación, ella se recostaba a su brazo. Al entrar, comenzó a desvestirla en silencio, retirando la ropa sucia que ella vestía, dejándola en ropa interior, Ariel se dejó como si no pasara nada, la llevó al baño y la entró en la tina. Durante unos minutos Ariel siguió llorando en silencio, hasta que Alejandro comenzó a peinar su cabello con suavidad, sentado en el borde de la tina, el agua caía en ella y cuando el cabell