En mi vida solo tú

27. Ser Otro

[AMADEO]

Por dentro me estoy preguntando una y mil veces si puedo realmente ser otro con ella, sobretodo cuando me hace sentir todo esto. Tengo su mano en mi mano mientras caminos por este yate hasta que la hago entrar al enorme salón que hay aquí dentro y su cara al ver lo que hay frente a nosotros es de sorpresa absoluta. Me suelta, recorre el salón, observa la mesa con nuestra cena, la otra donde esta la botella de champagne con fresas bañadas en chocolate, y luego se gira para mirarme. 

Me sonríe, acomoda su cabello, y yo no sé como reaccionar —Te faltaron las rosas y las velas para que esto sea sacado del manual del “romántico cursi volumen uno”— Me dice haciéndome reír.

—Me pase de cursi, ¿no? — Cuestiono y ahora es ella quien rie.

—Un poco— Explica y se acerca a mi lentamente haciendo que no tenga ni la más mínima idea de como reaccionar —¿Qué buscas Amadeo Mancini? — Me pregunta mirándome fijamente a los ojos y pasa sus brazos por encima de mis hombros haciendo que mi mundo tiemble de pies a cabeza. 

—¿De verdad quieres saberlo? — Rebato a modo de reto y paseo mis manos por el perfil de su cuerpo. 

—Dilo con todas sus letras— Exige y sonrió.

—Que pagues tu apuesta— Respondo.

—Eso hago— Sentencia y niego.

—Responde la pregunta que has dejado en el aire, ¿No te provoco nada? —  Presiono y su sonrisa me desarma.

Me mira fijamente, lleva una de sus manos a mi nuca haciendo que sus dedos se enreden en el final de mi cabello, y se acerca a mis labios —Espero que esto te responda— Dice y sin pronunciar ni una sola palabra más, me besa. Es un beso que ha perdido toda la inocencia, me genera un tsunami de emociones que me lleva a enredar mi lengua con la suya mientras que ella pega su cuerpo al mío provocando así que mi ser completo se altere al sentir la perfección de sus curvas sobre mi ser. Despierta cada uno de mis sentidos llevándome al borde de un abismo donde lucho para no llevar mis manos a la cremallera de su vestido, pero es casi imposible; la tentación es demasiado grande… 

De pronto, cuando creo que todo pasara a otro plano, ella coloca sus manos sobre mis hombros, hace que nos separemos y da dos pasos hacia atrás —¿Qué ocurre? — Pregunto igual de agitado que ella.

Se apoya sobre una de las paredes de este salón, y me ve desde allí —Espero que eso haya respondido a tu pregunta— Sentencia.

—¿Eh? —

—Eso es lo que me provocas, pero yo no seré tu amante… asique, si has hecho esto para que terminemos enredados en una cama, puedes dar la media vuelta y regresar a tierra— Sentencia y al contrario de enojarme, sonrió como un idiota —¿Qué? — Pregunta confundida.

Sin decirle una sola palabra, me acerco a ella y acomodo su cabello —¿Si estuviera solo, tendrías algo conmigo? — Le cuestiono.

—¿Algo como que? — Averigua con dudas.

—Novios, amantes, amigos… todo…—

—Vas un poco rápido, ¿no lo crees? — Responde.

—Y tú tienes un poco de miedo, ¿no lo crees? — Rebato perdido en sus ojos. 

—¿Tratas de psicoanalizarme? — Cuestiona y me acerco a su cuello.

La beso allí y me quedo inhalando su aroma —Trato de demostrarte que los dos sentimos lo mismo…—

—Tú solo sientes una calentura que se te pasara cuando me tengas desnuda en tu cama— Se queja —Tienes ganas de ser el primero en mi vida y aladear con eso… eso es todo— Continua y me alejo para mirarla a los ojos.

—¿Crees que eso es lo que quiero? —

—Si— Sentencia firme.

—¿Sabes, hay tácticas más simples para conquistar a una mujer y convencerla de tener sexo? — Le pregunto y me mira sorprendida.

—¿Ah sí? ¿Cómo cuales? — 

—Te podría mentir, decirte que he terminado con mi novia, que tú y yo nos vamos a casar y vamos a tener 3 hijos, una casa y un perro… podría decirte que eres el amor de mi vida… ya sabes, endulzarte el oído mientras te quito este vestido que me esta volviendo loco y luego darte algunas copas de alcohol para que te relajes y así hacerte mía como tanto lo he soñado— Expongo y ella me mira firmemente.

—¿Has soñado con hacerme el amor? — Pregunta haciéndome reír.

—¿Eso es lo que dirás después de lo que te he dicho? — Averiguo.

—El resto son tácticas que ya he escuchado, no creas que eres el primero que lo intenta— Rebate y amo esto de ella, siempre me deja en jaque.

—Lo imagino… y si, lo he soñado…— Confieso y rozo sus labios con la yema de mis dedos —Pero no te preocupes, esta noche no tengo la intensión de que tengamos sexo… solo quiero tenerte toda la noche para mi, escucharte hablar, verte sonreír, y enamorarme más de ti— Admito y ahora si que me mira completamente sorprendida.

—¿Enamorarte? — Susurra algo sorprendida.

Asiento, me alejo de ella —Ya te lo he dicho… estoy enamorado de ti— Le repito al igual que la otra vez.

—¿Y porque crees que es amor y no deseo? — Cuestiona.

—Porque si fuera deseo solamente, te volvería loca hasta el punto de que terminaras entre mis brazos en estos momentos, pero mírame— Le digo y llevo mis manos frente a mi como señalándome —Estoy aquí completamente excitado por ti y ese beso que me has dado, y no he intentado quitarte la ropa, es la primera vez que me controlo de esta manera con una mujer— 

—Yo no quiero estar contigo si estas con ella, ¿entiendes? — Me explica en un susurro.

—Lo sé… intentare romper mi compromiso con ella, pero no sé si pueda. No quiero mentirte, la situación es difícil, pero te prometo que lo intentare— Le confieso y me mira sorprendida.

—¿De verdad? — Pregunta y asiento.

—Te quiero…— Murmuro y luego cierro mis ojos —No… no puedo ser tan cobarde de decirte tan solo esas dos palabras— Digo a la nada —Tengo miedo porque nunca lo dije sintiendo todo esto que tú despiertas en mi— Confieso y al abrir mis ojos ella me mira confundida —Te amo Anahí… es así de simple y complicado, te amo— Repito y siento que el mundo se ha detenido con ella mirándome de la forma que lo hace ahora; tan llena de dudas como de sorpresa.