20. ¿Por qué me haces esto?

1040 Words
[AMADEO] Ha sido menos de una hora de vuelo desde Milán a Mónaco, pero a mi me ha parecido eterno, ya que su perfume me ha intoxicado y provocado durante todo el trayecto. Es evidente que mi “chantaje” no le ha gustado nada, pero es la única manera que he conseguido que ella accediera a tener una cita conmigo. El auto que nos recogió en el aeropuerto ahora nos deja en la entrada del hotel y mientras que vamos a la recepción para registrarnos, ella contesta una llamada por teléfono. La veo caminando como toda una diva y me sorprendo aun más cuando la escucho hablando francés, si antes me parecía hermosa e inteligente, ahora también me parece extremadamente sexy.  Mientras que ella sigue conversando, yo voy a la recepción y hago todo el papeleo. Justo en el momento que me entregan las llaves, ella se acerca al mostrador —¿Ya está? — Me cuestiona mirándome y asiento. —Aquí tienes tu llave— Le dejo saber y le entrego su tarjeta. —Gracias, es que estaba coordinando el ensayo con las modelos— Me informa. —¿Cuándo es el ensayo? — Averiguo firmando el ultimo papel y una vez que termino agarro nuestras maletas para irnos a nuestras habitaciones. —Mañana por la mañana— Me deja saber. —¿Y nuestra cita? — Averiguo cuando vamos subiendo al elevador y ella se sonríe. —Creí que dijiste que era esta noche— Responde de inmediato y se apoya contra una de las paredes de este reducido espacio haciendo que mi imaginación vuele. —Perfecto, esta noche será… ¿a las ocho? — Propongo. —A las ocho, y después de la cita me regresas mi celular personal y ese sobre— Amenaza haciéndome sonreír. —Un trato es un trato— Contesto de inmediato y agradezco que las puertas de este elevador se abrieran dejándome respirar con normalidad.  —Perfecto, te veo a las ocho— Sentencia mientras toma su maleta y la llave de su habitación de mi mano y luego sale del elevador haciéndome reír. —Es para el otro lado— Le informo cuando veo que esta yendo hacia el lado opuesto y con toda la rabia del mundo porque tengo razón, ella gira y va hacia el lado correcto, mientras que yo por mi parte, intento no reírme fuerte.  [ANAHÍ] Cierro la puerta de mi habitación con todas las ganas del mundo de matar a Amadeo por ser tan insoportable, y apoyo mi espalda contra la puerta. Respiro profundo, observo la suite y debo admitir que es realmente imponente. Una amplia cama en el centro con una pared que divide una especie de walking closet, y al final hay un jacuzzi desde el cual se puede ver toda la ciudad ya que esta frente al ventanal. Es una suite muy romántica y me pregunto si Amedo ha tenido algo que ver con esto… 《Bueno Anahí, ha llegado la hora de que pague por lo que ha hecho》 Me convenzo y en mi cabeza comienzo a armar mi plan.    Llevo mi maleta hasta el área del walking closet, la abro y rebusco entre toda mi ropa el vestido color rojo que traje. Lo saco, y también busco mi tijera, hilo, y ajugas que siempre cargo conmigo —¿Quieres guerra? Pues la tendrás— Murmuro mientras que llevo todo a la mesa que hay en una esquina de la habitación y comienzo a hacer las modificaciones que tengo en mente.  [AMADEO] Estoy más nervioso que la primera vez que tuve una cita con una chica… miro el reloj por cuarta vez y salgo de mi suite para ir a la suya. Respiro profundo, tomo valor y golpeo su puerta. Son pocos los minutos que ella tarda en abrir y al verla me quedo sin aire. Vestido corto color rojo con un tímido escote —¿Vamos? — Me pregunta al ver que no digo nada y es que en verdad se ve preciosa con su cabello recogido y ese maquille tan sutil que resalta sus ojos negros.  —Vamos… te ves preciosa— Digo en un susurro. Ella no dice nada, solo cruza la puerta y al verla siento que me ha dado un ataque… el escote en su espalda es profundo, tanto así que llega hasta el limite, pero no es para nada vulgar, sino todo lo contrario, extremadamente sensual a causa de la manera en que este de ajusta a su encantadora figura —Gracias, tú también te ves muy bien, ¿vienes o te quedas allí mirándome como un idiota? — Me pregunta y en vez de enojarme rio de sus palabras. Rápidamente dejo que la puerta de su suite se cierre y la alcanzo cerca de los elevadores —¿Está será tu tortura? — Le pregunto y encoje sus hombros. —Tú tienes tus armas, yo tengo las mías… tómalo como quieras— Responde sin siquiera mirarme. —No sabía que esto era una guerra— —La has declarado tú al apropiarte con cosas mías— Me contesta y allí esta Anahí seduciéndome con su inteligencia verbal… Antes de que ella entre al elevador, yo la tomo de la cintura y hago que su cuerpo quede acorralado entre la pared y mi cuerpo —Me encantas…— Le digo y siento como su respiración se agita. —A ti lo que te encanta tener tus manos en mi— Sentencia y sonrió. —Uff… no tienes idea de cuanto, y eso no que me estoy conteniendo— Rebato y se sonríe.  —Amadeo, suéltame o la cita se acaba aquí y hablo con tu padre— Advierte. —De acuerdo, te suelto, pero ya me pedirás que te toque… ya verás— Le dejo saber y me mira como si no le importara. —Veremos…— Responde y sigue su camino haciéndome reír. —Me gusta que no seas como las demás— —Y a mi me gusta tu actitud de bad boy…— Me responde y esa media sonrisa que me da en estos momentos, detiene mi mundo entero.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD