18. ¿Venganza?

1022 Words
[AMADEO] Me siento un soldado s*****a que ha ido a la guerra sin armas, 《¿Cómo es que me atreví a decirle que creía que estaba enamorado de ella?》Tan solo con pensar en lo que he hecho, tiemblo. Pretendía disfrutar de esta ceremonia al máximo, después de todo soy el padrino de mi sobrino, pero no puedo dejar de mirarla a ella, de preguntarme que es lo que piensa de lo que le he dicho, si es que ahora que ella no está con Giulio… 《Tú estás con ella》Me reclamo e intento seguir las instrucciones que me dan a pesar del desorden infernal que es mi mente en estos momentos.  —¡Llego la hora de ir a celebrar el bautizo de mi nieto! — Exclama mi padre una vez que el cura da por terminada la ceremonia. —Vamos— Accede Gianna, y Dante tan solo toma a Federico en brazos mientras les dice a los pocos invitados que han venido que la fiesta se llevara a cabo en la casa. Rápidamente, ya que hay otra ceremonia pactada en esta iglesia, todos salimos y nos volvemos a subir en la camioneta para ir a la casa. Somos muchos dentro de esta camioneta con tres filas de asientos, y a pesar de que ella esta sentada en la ultima y yo en la primera, no puedo dejar de sentir el aroma de su perfume —Baby, ¿te imaginas cuando tengamos al nuestro? — Me pregunta Antonella sacándome de mis pensamientos y haciendo que deba mirarla a los ojos. —Ya lo hemos conversado y no, el tema hijos ha quedado descartado por el momento— Le repito en un susurro para que nadie nos escuche.  —Esta bien baby, pero no te enfades— Me pide y simplemente hago un leve gesto para después mirar por el cristal.  Cuando accedí a esta boda, lo hice fríamente pensando que no me traería ninguna consecuencia, después de todo no me interesaba nadie en serio, pero ahora comienzo a sentir que una barrera inmensa que no me deja actuar como yo quiero. Jamás pensé que esto me iba a suceder a mi, pero aquí estoy sufriendo las consecuencias de mis decisiones. Para mi fortuna, llegamos bastante rápido a la casa y una vez que el chofer estaciona en la parte frontal, todos bajamos rápidamente de la camioneta. Mi madre, Gianna, Antonella, y Ciara, entran de inmediato para asegurarse que todo este listo para la celebración, mientras que An y mi padre se quedan a un costado conversando. Quiero suponer que hablan de lo que ocurrió cuando la fuimos a buscar, y con solo pensar en lo que el idiota de Giulio se atrevió a hacer, me dan ganas de matarlo.  Me quedo aquí esperando a que ellos terminen de conversar y una vez que mi padre se aleja y se lleva con él a Dante, yo me acerco a ella —Amadeo, por favor, ya habíamos quedado en algo— Me pide ella apenas me ve. —No, no habíamos terminado, nos interrumpieron— Le corrijo.  —Nos esperan— Dice e intenta seguir caminando, pero la detengo sujetándola de la cintura y la atraigo hacia mi.  Con solo sentir su cercanía tiemblo… es impresionante el poder que tiene sobre mi—Creo que te he dicho algo importante, ¿no lo crees? — Le pregunto y esos ojos negros me miran de una manera tan profunda que siento que puede ver dentro de mi alma.  —¿Y que esperas que haga? — Me cuestiona —¿Acaso esperas que caiga rendida en tus brazos y te pida que seas el primero en mi vida? — Continúa haciendo que trague saliva de manera exagerada.  Sin poder evitarlo llevo una de mis manos a su cabello y enredo mis dedos en este —No lo sé, pero que actúes así conmigo no lo soporto— Confieso. —Amadeo… no siempre podrás tener lo que tú quieras…— —Me hablas como si esto fuera un capricho— Me quejo. —¿Acaso no es eso? — Cuestiona firme. Niego —Si fueras un capricho no te estaría hablando así, simplemente te prometería el cielo y las estrellas para después no cumplir nada—  —Vaya, con que así actuaba el rompecorazones en Estados Unidas— Dice de manera sarcástica.  Sonrió ante sus palabras —Uff… te juro que me encanta tu carácter…— Murmuro y me inclino hacia ella con toda la intención de besarla, pero mueve su rostro a un lado y rio frustrado. —No seas igual que él— Sentencia y sus palabras me hacen reaccionar haciendo que de dos pasos hacia atrás.  —An— Digo mirándola desde más lejos y por fin me mira a los ojos. —¿Qué? — —Me estoy volviendo loco— Le admito y me da una media sonrisa. —Bienvenido a la realidad Deo… todas las decisiones tienen una consecuencia, incluso aquel beso que rechazaste tiempo atrás— Me dice y la miro sorprendido. —¿Te estás vengando de mi? — Inquiero algo incrédulo.  —Jamás, pero tal vez ahora seriamos nosotros quienes estuviéramos en la situación de Gianna y Dante, pero ya ves… preferiste rechazarme por miedoso— Sentencia y se da la vuelta para ir hacia la casa. —Tú también eres una miedosa…— Le digo haciendo que ella se de la vuelta para mirarme. —Jugando esa carta no conseguirás que termine en tu cama— Advierte y vuelve a darse la vuelta para seguir caminando rumbo a la casa haciendo que quiera ir corriendo tras ella y comérmela a besos. 《Estás perdido Amadeo…》Me digo por dentro y trato de no fijarme en los perfectos movimientos de sus andares para no distraerme más de la cuenta 《Piensa en Mónaco…》 Me repito una y otra vez intentando convencerme de que ese será mi momento para que hablemos como se debe y sin que ella pueda huir. 
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