Capítulo 2

2843 Words
Capítulo 2 —Señor...? Señor...? — Escuché la voz de la enfermera y abrí los ojos. —Sí. Sí. Lo siento. — dije frotándome los ojos. — Tu hermana acaba de recibir la transfusión de sangre, acabamos de llevarla a su habitación. — Habló la enfermera, una mujer bajita, rubia y de ojos verdes. — ¿Está bien mi hermana? ¿Puedo verla? — dije y me levanté del incómodo sofá en la que estaba sentado. — Sí. Afortunadamente, está bien, Sr. Álvarez . Tiene algunas fracturas, hematomas y una pierna rota, pero ahora está bien y eso es lo que más importa, Puedes ir a verla — Una sonrisa genuina jugó en sus labios, y yo le habría devuelto la sonrisa, pero no pude más que darle una sonrisa un poco coqueta y juguetona — ¡Gracias a Dios! Muchas gracias, enfermera. — Sonreí en cortesía a la enfermera y seguí tratando de conseguir su número de teléfono, pero no lo hice porque mi hermana era más importante en ese momento que mi polla. Adiós hermosa enfermera… murmuré para mis adentros Bueno ... todo el mundo tiene una familia y yo no soy una excepción. Tengo una familia, Mi padre, Carlos, murió hace cinco años cuando sufrió un paro cardíaco en medio de una cena familiar en Navidad, Desde entonces, como puedes imaginar, odio las Navidades, Todavía recuerdo esa cena y tengo escalofríos. Mi madre Amelia Rose, está con sus inmerecidos 51 años, es jubilada, o mejor dicho, viviendo de una buena herencia, que mi querido padre le dejó en su testamento, aunque ella lo dejó para estar con un chico más joven, Cuando mi madre dejó a mi padre, yo tenía 15 años, Solo 15 años Sí, es por eso que no tengo una buena relación con ella, y lo peor de que haya abandonado a mi padre es que el tipo en cuestión, su nuevo amor, es el demonio llamado Miguel, quien se aprovechó de ella y la robó. ¿Puedes creer que todavía tuvo la osadía de intentar volver con mi padre? ¿Tu crees? Si ella lo hizo, lo intentó en todos los sentidos, pero él no aceptó, mi padre se sintió traicionado y perdido, Desde ese momento nunca fue el mismo, yo sabía muy bien que el día que mi madre lo dejó, él también se fue con ella y eso, lo mató poco a poco, hasta que no quedó nada de él. Cuando mi mamá engañó a mi papá y nos dejó, juré que nunca engañaría a nadie, Nunca sería como mi madre. La mejor mujer que conozco es mi hermana Cristina, a quien conozco como Cristal, Le di este apodo cuando tenía 8 años y ella tenía 14 años, Mi hermana es mi cristal, ese cristal donde puedo reflejarme, De hecho, ella es como mi conciencia la mayor parte del tiempo, Ella siempre fue mucho más que una hermana para mí, siempre fue mi mejor amiga, No creas que somos esos hermanos que se la pasan abrazándose y diciéndose lo mucho que se quieren, porque no lo somos. Pero, lo confieso, no viviría sin mi hermana mayor, mi pequeña pelirroja, ella me dio una de las cosas más preciosas de mi vida, mi sobrino Dylan, ¿Ya dije que mi hermana es una guerrera? Sí, Ella es una guerrera, Mi hermana quedó embarazada a los 18 años, de un canalla, a quien conoció en una fiesta, el bastardo se escapó y nunca se hizo cargo de Dylan, así que mi hermana tuvo que trabajar, fue a la universidad para estudiar negocios y se hizo cargo de Dylan. Completamente sola, Por supuesto, papá ayudó y yo también, pero mi hermana siempre fue muy independiente. Ella es madre soltera, mi bella pelirroja ya tiene hasta canas, ya que Dylan se encuentra en una fase un poco mala de la adolescencia, esa fase rebelde y el impulso incontrolable de besar chicas y beber todo el alcohol que quisiese hasta terminar en el hospital. A veces dice que es culpa mía porque cuando tenía su edad era un demonio, y supuestamente es algo genético, Sin embargo, a pesar de la etapa de rebeldía, mi hermana ha hecho un buen trabajo, Dylan es un buen chico, Aunque ella siempre dice, que él se parece mucho a mí, Creo que mi Cristal estará jodida sí Dylan es así, como su tío ... Entonces, solo le deseo un buen trago, paciencia y mucha suerte, la necesitará. Mientras caminaba lentamente, parpadeé varias veces, incapaz de soportar la luz blanca y las paredes verde musgo, que parecían más vómitos que paredes El New Ámsterdam Hospital era muy bonito y moderno, excepto por el color de sus paredes, pero tenía un fuerte olor a dipirona, lo que me provocó muchas náuseas, Había estado en este hospital durante casi dos días, estaba horrible físicamente y tenía mucha hambre. después del incidente con la maldita policía, salí corriendo de la casa y todavía estoy aquí desde el día de la noticias, Al ver a mi hermanita aquí en el hospital y durante unos segundos imaginando que podía morir, casi se me destruye la vida por solo pensarlo no sé que haría sin ella. Podría vivir sin casi todo, sin dinero, sin mujeres, Sin mi trabajo... Pero nunca ... Nunca podría vivir sin Cristal, no tenerla sería como no tener una parte de mí, sería como no tener la mejor parte mí, Mi hermana prácticamente me crió, ya que nuestra madre nunca fue maternal y responsable, Ella es la mejor persona que conozco, ella no merece morir, tiene un hijo adolescente que la necesita, me tiene a mí, que también la necesito a ella, y tiene nuestra empresa a la cual debe dirigir. Compré un horrible café expreso de una máquina, que parecía de los 80 y tomé largos tragos de camino a las habitaciones, tan pronto como llegué a la habitación, vi a mi hermana tumbada en la cama cubierta de vendas con los ojos cerrados, la pierna estaba enyesada, tenia una cura para la cabeza y magulladuras por todo el cuerpo, el pelo rojo rizado que le había heredado a Amelia Rose, mi madre, estaba extendido sobre la almohada, la piel blanca y casi de porcelana, que mi hermana siempre cuidaba más de lo necesario, ahora era roja en algunas partes y morada en otras. Cuando se vea en el espejo tendrá un ataque. La habitación privada de mi hermana era grande, de un extraño color marrón, con una incómoda silla blanca, pegado a la pared había, afortunadamente, un gran televisor, había dos camas, una para el paciente, en la que dormía mi hermana y otra para el acompañante, o sea mi caso. Suspiré y me senté en la silla junto a la cama, mi pequeña pelirroja acababa de recibir mi sangre y sabía que estaría bien, sabía que se despertaría y me regañaría, me llamaría sinvergüenza y niño, como siempre. Cristal había sufrido un paro cardíaco, que casi la mata y también me mata a mí. Pensé en nuestro padre y lo visualicé teniendo un ataque y luego muerto en el suelo de su dormitorio. No quería el mismo destino para mi Cristal . Besé la frente de mi hermana y acaricié su cabello. Pensando, cuán frágil es nuestra vida humana, pensando, que ahora podría estar solo. Solo, ya que la única familia que tengo es mi hermana. Bueno... en realidad, está mi madre idiota, que para mí no es familia y nunca lo será. Y también está mi querido abuelo Joe, el padre de mi padre, que tiene alzheimer, y mi tío Kyle, el hermano de mi padre. No le advertí a Amelia Rose sobre la hospitalización de su hija por una razón. Haría un escándalo, inventaría alguna enfermedad que no tiene, fingiría un ataque de nervios, fingiría estar triste por su hija y solo yo sabría, que todo sería una completa mentira. Ella es una mentirosa. Y sabía que, tal como era mi hermana, le creería, la extrañaría, pero sabría sobre el gran espectáculo de Amelia. Protegería a mi hermana de la manipulación de Amelia Rose, como siempre lo hice y como siempre lo haré. Sabía que mi madre pediría más dinero, ya que solo eso le importa a ella. No sé cuánto tiempo pasó mientras acariciaba el cabello de Cristal y le agradecía a Dios que estaba bien ser salvado. No, no soy un tipo religioso, mi hermana lo es. Ella cree en Dios. Mi pelirroja va a la iglesia todos los fines de semana, hace trabajo social para la iglesia, ayuda a los necesitados e incluso dirige una empresa y cuida a dos adolescentes, su hijo y yo. Bostecé un par de veces mientras miraba a mi hermana pequeña y cerré los ojos por unos segundos, solo para descansar un poco, pero para mi sorpresa terminé quedándome dormido. Así que ahí estaba, en mi apartamento con la mujer policía parada en mi puerta. ¿Lo que estaba ocurriendo? ¿Qué fue eso? Llevaba el mismo atuendo, pero su mirada era feroz, casi como si fuera a devorarme y yo lo quería. Quería que ella me devorara. Quería que me devorara por completo y nunca se detuviera. La maldita cosa me miró, sonrió y torció la boca de una manera sexy. Se echó el pelo hacia atrás y me dejó con una vista maravillosa de sus pechos grandes, luego vino caminando hacia mí y sus manos ahuecaron mi pecho desnudo. Me quedé quieto y serio. La morena lamió mi cuello. Me confundí y me alejé. ¿Qué era lo qué estaba ocurriendo? ¿Qué fue eso? La maldita policía, se acercó a mí y me dio un beso y luego un pequeño mordisco en mis labios. Sus ojos se encontraron con los míos mientras yo olía el perfume que llevaba, Qué olor tan maravilloso. La mujer policía me besó en la mejilla y me pasó las manos por la espalda. Arañándome. Burlándose de mí. Suspiré y sentí un escalofrío por mi espalda. ¿Qué era lo que estaba ocurriendo? ¿Por qué la mujer policía que casi me disparó quería besarme? ¿Y por qué quería que continuara? ¿Por qué quería besarla? —¿Qué está pasando? — Mi voz salió como un susurro. —¿No es obvio? — dijo en tono de broma y mordió mi oreja. — Ah... estás soñando. Señor... Álvarez . — Murmuró la mujer policía cerca de mi oído y luego me miró profundamente a los ojos y se mordió el labio de una manera que me pondría completamente erecto. Maldita policía, grité porque sabía que incluso en mis sueños ella no me dejaba solo. Escuché una voz fuerte y me sobresalté. — ¡Despierta, tonto! Oye ... ¿Tiago? No me hagas ir allí y patearte el trasero. — Gritó mi hermana y me desperté, y casi me caigo de la silla. — ¡Chico! ¿Qué es lo que estaba pasando? Estabas gritando una y otra vez "la maldita. La maldita policía". Mi hermana me fulminó con la mirada. ¡Maldita sea! ¿Qué sueño fue ese? Esa hija de puta. —Hola y ...Bueno, por suerte para mí no puedes levantarte, Y tuve una pesadilla hermana, ¿feliz? - Respondí. — ¿Una pesadilla con una mujer policía? - cuestionó ella con las cejas fruncidas. —No, en realidad fue con un ... Demonio — Demasiado ardiente, Ella puso sus ojos azules en blanco. — ¿Qué sucedió? ¿Hay un payaso aquí? — Mi hermana volvió a poner los ojos en blanco, ya que me había burlado del terrible miedo de ella a los payasos. —Me duele la pierna, y me despertaste. —Ella chasqueó. —Oh ... lo siento mi majestad de cristal — Ella se rió y luego gruñó de dolor. — ¿Esta todo bien? —Eres un idiota —Ella arqueó las cejas. —Tu me amas. — Le di un beso en la frente. ¿Cómo te sientes? — Como si me hubieran atropellado, pero estoy bien. — Estás bien, se acabó, casi me muero de miedo. ¡Dios mío! No puedes lastimarte, ¿quién me cuidará, eh? —No seas dramático, no será cualquier accidente lo que me mate. —Ella dijo. —¡Ay! ... — gruñó de dolor e hizo una mueca. —Sí, con esa cara feliz que tienes, puedo ver que nada te afecta. ¿Quieres que llame a la enfermera? —No ahora no. ¡Maldita sea! Me está doliendo la cabeza. Parece que tengo resaca. —Pero mejorará. Es mejor hermana. — la tranquilicé. —¿Me donaste sangre? — Asentí — ¿Sin desmayarte…? —Ella frunció el ceño y luego me reí. —Tenía 5 años cuando eso, no te burles de mi flaquita, Te salvé, ¿de acuerdo? — Muchas gracias, ahora estoy atrapada y lisiada en una cama con cables en muchos ... lugares. Verte sufrir será mi novela. ¡Acostúmbrate a ello! - Sonreí. — ¿Tu novela? ¿Y me veo como un mexicano ...? — Bromeé. — No, de hecho, no lo creo, pero serías un gran villano. —Muy graciosa ... Srta. Cristal. — Puse los ojos en blanco. —En realidad, es muy divertido...— Murmuró y se rio. Nuestro tío Kyle vino a visitar a Cristal y trajo flores, las rosas naranjas favoritas de la pelirroja. Mi tío Kyle fue el primero en llegar al hospital, porque la maldita policía solo logró hablar con él, ya que mi celular se había agotado y no me había dado cuenta. Así que los tres estábamos hablando en el dormitorio. Mi hermana se enojó cuando le dije que Dylan venía de Londres desde un internado y que iba a pasar una semana conmigo. Ella estaba furiosa y dijo que no necesitaba saber sobre su accidente. Pero, le respondí diciendo, que lo hubiera dicho de todos modos, Mi hermana tenía miedo de que la regañen, porque su accidente fue causado porque la loca vio un gato y no quiso atropellarlo, así que cuando se desvió terminó perdiendo el control. Del maldito coche y chocó contra un árbol. Y casi muere. Tenía que ser mi hermana, esta loca. Incluso con mis regaños y todos mis argumentos, ella no habría hecho nada diferente y no se arrepiente de haberle perdonado la vida al gato. Pasaron las horas, mi tío fue a su casa y mi hermana se quejó de dolor, entonces llamé a la enfermera para que le diera algún medicamento para el dolor, horas más tarde la enfermera llegó con comida, una sopa de verduras que me pareció horrible y mermelada de limón de postre. Casi me reí un poco al ver que mi hermana quería sobornar a la enfermera solo para comerse un buen bistec. La pobre mujer no tuvo éxito y se comió un poco de sopa con cara de horror, mientras que yo, como buen hermano, insistí en que se comiera de todo y volé unos aviones para hacia su boca para que se alimentase bien. — Me puedo quedar. — Insistí, ya que la muy condenada me estaba enviando a casa —De ningún modo. — Dijo mirándome seriamente. —¡cristina! ¿Hay alguna razón por la que no pueda quedarme? — pregunté. —Te ves terrible. — argumentó ella. — Me veo mejor que tú — Vete a casa a dormir y a darte una ducha, pareces un mendigo, O mejor dicho, un zombi andante. ¿Zombi? — También te amo, hermana. — Ya Vete, ahora — Me rendí y levanté las manos, porque sabía que ella me enviaría a casa de todos modos. — Mi celular está encendido, llámame si necesitas algo Estaré aquí mañana. Bien temprano. — le advertí y ella puso los ojos en blanco. – No soy una niña. —Siempre serás una niña para mí, hermanita. — Le di un beso cariñoso en la frente. —Te amo tonto ... — murmuró ella. —Está segura...? — iba a preguntar que si estaba segura de enviarme a casa — Qué sí, no seas terco, La enfermera llegará pronto con mi intravenosa y medicamentos. Dormiré toda la noche. ¡Es en serio! Vete a casa. Antes de que llame a la policía para que te saque de aquí. —Hablaba en serio y al ver mi cara mi hermana se rió. — El diablo, ¿no? — Ella arqueó las cejas sin entender de que hablaba — Buenas noches hermana. Me voy — dije ignorando su cara de que necesitaba respuestas — Aaah, ahí sí, justo ahora que la conversación es buena, ¿no? —¡Te amo! – dije y me fui dejándola en la habitación. Policía. Policía. Esa maldita. ¡Maldita sea! ¡Infiernos! Estaba saliendo del ascensor cuando me topé con alguien, olor a helado y chocolate. Miré hacia abajo y me sorprendí. ¡Ah no! ¡Maldita sea! — ¡TÚ! — Hablamos al mismo tiempo
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